
El pasado viernes dejó sus funciones Susana Ahuir, pieza fundamental del funcionamiento del Área de Ambiente durante los últimos 3 años. Según trascendió se trata de una “finalización de ciclo” y nada tiene que ver con problemas internos, aunque se conocieron algunas dificultades que desde hace tiempo trataba de sostener y que se habían convertido en problemas.
Se sabe que presentó varios proyectos que nunca fueron ni siquiera visados y que aún espera el “ok” de un libro donde trata temas ambientales (el segundo que realiza) y que está desde hace un año en algún escritorio municipal.
“Me voy con dolor, pero feliz”, se le escuchó decir entre sus pares. La renuncia estaba latente desde hace varios meses, aunque se efectivizó al semana anterior, justamente cuando el secretario general y de Servicios Públicos Roberto Urreta (de quien depende directamente el área), se tomaba vacaciones.
Ahuir tiene vasta experiencia en el tema ambiental y fue autora de varios proyectos que lograron ver la luz y que incluían la participación de escuelas y organizaciones intermedias. Sus funciones cobraron mayor fuerza y visibilidad cuando Diego Ferrari renunció a la Secretaría de Ambiente.
Si bien la encargada del espacio prefirió no dar declaraciones oficiales sobre su retiro de las funciones municipales, afirmó que su decisión nada tiene que ver con conflictos internos: “Creo que es el momento de que otra persona tome mi lugar. Tengo buena relación con todos y me voy de la mejor manera”, sentenció.
Es importante señalar que el área de ambiente es una de las más sensibles de la Municipalidad, al igual que Salud o Desarrollo Social; sin embargo, las dos primeras siguen funcionando a la sombra de otras dependencias y sin tener un secretario o director formalmente a cargo. Hasta el momento se desconoce si Ahuir será reemplazada y se aguarda el regreso de Urreta para decidir los pasos a seguir.
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