El senador nacional Carlos Caserio presentó su renuncia indeclinable a la presidencia del Partido Justicialista de Córdoba por sus diferencias con el gobernador Juan Schiaretti, al tiempo que se especula con la posibilidad de que sea reemplazado por Martín Llaryora.
Caserio envió una carta a la sede del peronismo cordobés, dónde consideró: «Creo que el Partido Justicialista de Córdoba necesita de un nuevo tiempo».
El alejamiento del dirigente se enmarca dentro de una feroz interna del PJ, cruces con otros referentes provinciales y su distanciamiento de la estrategia que defendió el propio Schiaretti durante las últimas elecciones nacionales.
Ante su renuncia, la presidencia del Partido Justicialista quedará, de forma interina, en manos del intendente electo de la ciudad de Córdoba y vicepresidente primero Martín Llaryora. Sin embargo, voceros del Centro Cívico adelantaron que el partido deberá elegir a las nuevas autoridades.
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