La Legislatura de la Provincia de Córdoba buscaba la ampliación de la Ley 9113, de prevención y control del tabaquismo: finalmente ésta se produjo y en los kioscos ya está prohibida la publicidad, promoción y patrocinio de productos elaborados con tabaco.
Concretamente, el proyecto prohíbe: “la publicidad, promoción, patrocinio y exhibición de productos elaborados con tabaco, sus derivados y accesorios para fumar, en dispensadores y cualquier otra clase de estantería ubicada en los locales donde se venden ese tipo de productos, y el auspicio, patrocinio y el uso de incentivos directos o indirectos que fomenten la compra o que ofrezcan descuentos promocionales, entrega de obsequios y premios en dinero o especies por la adquisición o consumo de los productos y elementos mencionados en esta Ley”.
En nuestra ciudad ya aplica esta normativa, por lo que ya comienzan a vislumbrarse en los kioscos sectores tapados, donde se encontrarían los cigarrillos.
Dicha ley también se aplica al vapeo, una práctica en auge. Esta norma no desfavorece al cigarrillo electrónico, sino que limita su consumo.
El vapeo a nivel local
Un comerciante local, que prefiere mantener el anonimato, expresa que “la norma no desfavorece del todo al cigarrillo electrónico, ya que existe un código entre vapeadores en el que se respeta a la gente que no fuma y no vapea, porque al ser tan grande la cantidad de vapor que se emana, los mismos vapeadores limitan el consumo para que no moleste al resto”. Si bien existen puntos de venta en la ciudad de equipos y líquidos, la gran mayoría de los consumidores fabrican sus propios líquidos y venden sus equipos de forma particular.
En Argentina existe un grupo de internet que nuclea a los vapeadores donde se resuelven dudas y se intercambian información y comentarios, y hoy la cifra de miembros asciende a 31 mil personas.
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