Tras contraer COVID-19, el Intendente de Río Tercero Marcos Ferrer, dialogó en exclusiva con RESUMEN acerca del estado de salud de él y de su Familia y de lo que implica desde lo político:
¿Cómo se encuentra su salud actualmente?
«Estoy transitando la enfermedad con síntomas leves, sin tener mayores problemas aunque recién a pasado un solo día desde que di positivo y por lo tanto es el inicio del proceso, vamos a ver con el correr de los días si la situación sigue igual o empeora»
Y ¿ su Familia?
«Tengo dos hijos y mi mujer embarazada. Mi hijo mayor se encuentra en Córdoba Capital asi que no se contagió, pero en el caso de mi hija estuvo con síntomas leves: Un poco de fiebre y resfrío ya superados asi que está bien».
En el marco de la interna de la UCR, estuvo recorriendo la Provincia junto a Rodrigo de Loredo y todo SUMAR: ¿Esto implica un parate?
«Al menos por 10 días y hasta que me den de alta, si. Nosotros nos cuidamos constantemente y usamos barbijo todo el tiempo».
¿Cómo ve la situación sanitaria de la Provincia en general?¿Cómo se está dando la vacunación en Río III?
«Estamos en una meseta baja con respecto a los casos, hay un pequeño aumento de contagios, pero generalmente se viene controlando bien más allá de que el verano es lo más temido. Preocupa un poco el regreso a clases, ya que seguramente va a potenciar los números. En cuanto a la vacunación en Río III, lo maneja exclusivamente el Hospital Provincial, el Municipio solo asiste en logística y acompañamiento siguiendo instrucciones de las autoridades del nosocomio. La semana pasada se completo la vacunación del 100% de los geriátricos, le hemos dado prioridad ya que allí se encuentra la mayor población de riesgo, de todos modos la asignación de vacunas la hace el Hospital».
¿Cuál es su opinión sobre el «Vacuna Gate»?
«Es eso, un escándalo. En el contexto en el que estamos, lleno de sensibilidad y en donde hay escasez de vacunas, que los amigos del entorno de funcionarios, se pueda vacunar antes y sin ser población de riesgo en algunos casos, genera mucha desconfianza en el Gobierno, eso es lo más grave, ya que de por sí la hay con respecto al proceso de vacunación y ver que los fantasmas que mucha gente tiene, verlos realidad, es una pena. Ojalá se investigue y se castigue a los responsables por que están jugando con la salud de la gente, una vacuna para alguien de 30 o 40 años que no la precisa ahora es una vacuna menos para alguien que realmente la necesita con urgencia y eso es detestable que ocurra».
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