En enero de este año este medio daba a conocer datos verdaderamente alarmantes en torno a lo que “oficialmente” demostraba un incremento en hechos de Violencia Familiar y/o de Género, en el departamento Santa María. Decimos “oficialmente”, porque estos datos partían de manera directa de los números que a diario se asientan en las fiscalías. Lo cual, evidentemente, no corresponde al total de episodios violentos que puedan ocurrir, teniendo en cuenta, que no siempre ese tipo de casos alcanza instancia judicial.
En este sentido, es importante aclarar que cuando hablamos de hechos de violencia familiar no solo nos referimos a la que un hombre ejerce sobre una mujer (término que suele confundirse con el de género). Sino que tiene que ver con toda aquella que se da dentro del seno familiar: padres hacia sus hijos o viceversa, hermanos, tíos, etcétera. Por eso, el hincapié que hacemos es en el aumento de las denuncias en cuanto a la Violencia familiar, donde se incluyen las de Género.
El porcentaje (en enero) alcanzaba el 50%, reiteramos que aludimos sólo a casos judicializados. El otro 50 se dividía en denuncias de abuso sexual, robos calificados y otros ilícitos considerados menores. Cifras, sin duda, altamente preocupantes. Sin embargo, ya en noviembre podemos hablar de números concretos, los cuales se asentaron en la Oficina Unica de Violencia Familiar de la ciudad, donde se incluyen, además, aquellos que quizás no llegan a pasar por la mesa de un fiscal. Los números duros.
Tres denuncias por día
La oficina Unica de Violencia Familiar de la ciudad, recibió en lo que va del año (y al cierre de esta edición) exactamente 1.250 denuncias por hechos de violencia familiar. Muchos con intervención judicial y otros tantos no, como por ejemplo, donde lo que se denuncia se comprende como violencia verbal, económica y hasta moral.
En ese marco, se desprende un promedio de 113 denuncias mensuales y entre 3 y 4 por día. Números, cabe destacar, que responden no solo a Alta Gracia sino a todo el departamento Santa María.
Fiscalías
Sólo la de I instrucción, a cargo del dr Diego Fernández, dictó 25 prisiones preventivas de esta índole en lo que va del 2019. Entre las que se encuentra el brutal femicidio de Aydeé Palavecino ocurrido en el mes de junio en Anisacate.
Aunque, hay 19 causas más elevadas a juicio, dos de las cuales presentaron apelación. 17 investigaciones iniciadas por violencia física y 5 por abuso sexual.
En el caso de la fiscalía del dr Alejandro Peralta Ottonelo, la situación ha sido similar. “Hubo 733 denuncias sólo en la Unidad Judicial hasta el 15 de octubre. Se estiman 1.000 al año”, expresó el profesional en diálogo con RESUMEN.
La Violencia es prioridad
Por otro lado, desde la Justicia remarcaron que cuando a violencia familiar se refiere, éstos, a la hora de ser atendidos, cobran prioridad y se le da un tratamiento “privilegiado”, por así decirlo, a modo de lograr su pronta resolución. Más aún, cuando hablamos de hechos donde hubo reincidencia y/o prima una orden de restricción. Tampoco hay que descartan la gran cantidad de casos donde la víctima naturaliza los actos, no denuncia pero así mismo y ante el peligro que ésta puede estar corriendo, la Justicia actúa de oficio.
¿Más denuncias o más casos?
Profesionales de la psicología social advierten por estos tiempos una sociedad más violenta (algo que lamentablemente se aprecia sin ser un entendido). Aunque, desde la creación de áreas destinadas particularmente a la mujer, como el Polo de la Mujer en Córdoba, son cada vez más las se animan a denunciar a sus victimarios. Esto, porque se ahorran la sobreexposición que pueden tener en “la comisaría más cercana”; pero, sobre todo, porque confían en que su denuncia puede prosperar más en una dependencia exclusiva para ese fín.
Lo concreto es que las víctimas ya no se callan. Las víctimas denuncian.
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