“No vamos a permitir que borren de un plumazo y por un capricho el nombre de una calle histórica del barrio”, se escuchó decir de manera unánime a las decenas de vecinos que durante este fin de semana se juntaron en Villa Oviedo para planificar las medidas a seguir en relación a la ordenanza aprobada recientemente en el Concejo. Previo a ésto, hicieron una carta dirigida al intendente donde le solicitan que analice la decisión tomada por los concejales antes de promulgar la ordenanza. Esa misiva, fue firmada por más de 200 personas que no solo rubricaron el papel, sino que -en muchos casos- contaron su historia dentro del barrio. “Vamos a cortar la ruta, iremos al Concejo, haremos todo lo que sea necesario para que ésto no se haga. Es un atropello. Una falta de respeto para todas las personas que vivimos en un barrio que ha sido postergado durante muchos años con al ausencia total de servicios y que solo aparece cuando se les ocurre hacer algo que lejos de mejorar, complica la vida de la gente”, manifestó un vecino que hace más de 45 años que reside en la zona.
El levantamiento barrial tiene que ver con la ordenanza que se aprobó la semana pasada, y que autoriza al cambio de nombre de la calle Cervantes por el de Miguel Ferrari, el primer Secretario General del Sindicato de Empleados Municipales y dos veces presidente del partido justicialista.
La carta
La misiva, asegura entre otras cosas que “la decisión no ha caído de lo más afortunada en los vecinos del barrio, sobre todo a los que tenemos la dirección sobre esa calle. Le pedimos que antes que se promulgue la ley u ordenanza que consulte sobre las ventajas y desventajas que esta decisión acarrearía a los vecinos tanto moral como económicamente”, afirma el escrito; y agrega detalles de ese daño “moral y económico”; y solicita que el Concejo Deliberante “explique” cuales son las ventajas a las que arribaron para tomar esta decisión.
“La verdad que fue increíble el apoyo de la gente en este tema. Los vecinos masivamente apoyan el reclamo y la nota, que ha sido confeccionada por ideas que fueron surgiendo de ellos. Se juntaron más de 200 firmas de todo el barrio. Están preocupados por lo que va a generar en gastos el tema de los trámites que hay que hacer en torno al cambio de DNI, servicios, etc; pero en realidad -y a pesar de eso- lo que más los preocupa es la falta de respeto a uno de los barrios más antigüos de Alta Gracia”, subrayó la Presidente del Centro Vecinal. Viviana Miguez; y agregó: “Es ilógico que ignoren la historia de este barrio. Los vecinos están dispuestos a plantarse y exigir que no se lleve adelante ésto. No lo van a permitir, si ponen los nomencladores con los nombres nuevos, los van a sacar. Nuestra calle se va a seguir llamando Cervantes, vamos a luchar para sacar el barrio adelante y que república de Villa Oviedo sea reconocida como tal”, sentenció.
¿Por qué se cambia?
El proyecto llegó al Concejo de la mano de la edil Daniel Ferrari, hija del referente peronista que quieren reconocer dandole el nombre de la calle. Con lágrimas en los ojos y muy emocionada, la concejal hizo un detallado informe del recorrido de su padre en la política. Posteriormente, el bloque radical pidió un cuarto intermedio, y el proyecto terminó concretándose luego de debates y diferencias, pero solo con el voto de UPC. En relación al hecho de que la UCR no acompañara su proyecto, Ferrari advirtió: “El radicalismo se olvida de muchas cosas que mi papá hizo, y mucha ayuda que hubo para con ellos también. En los 8 años de gobierno radical se cambiaron muchos nombres de calles”, dijo Ferrari a los minutos de la aprobación; y agregó: “Luchó y tuvo lealtad, no solo con la gente de su partido, con la gente en general. La idea es que sea en Villa Oviedo porque era un barrio muy especial para él. A todas las casas iba, no importaba si era peronista o radical. En esa calle estaba su mejor amigo también, que falleció tiempo después”, subrayó.
Justamente este último argumento fue el que esgrimió el sábado pasado por la tarde, cuando se la vio recorrer la calle Cervantes y dialogar con los vecinos, exigiéndo explicaciones por la carta que realizaron y dando sus argumentos al respecto. Se la vio en compañía del hijo de Medina, el amigo de su padre, la única familia que se abstuvo de firmar la carta. “Le pregunté por qué tenía que ser esta calle, y me dijo que había vivido el mejor amigo de su padre. Es hasta infantil el argumento que da; no tengo nada en contra de ella ni de su padre, pero mínimamente debería haber recorrido, y preguntado, si lo hubiera hecho se habría dado cuenta que nadie quiere ésto. Hay muchos referentes barriales que han trabajado por el barrio que podrían haber sidos tenido en cuenta”, manifestó otra de las vecinas.
El rol de los concejales
Gran parte de la gente del barrio, no solo hizo referencia a la historia de Villa Oviedo, sino que también hicieron especial hincapié en el rol de los concejales. “No caminan nunca por acá, a esta chica jamás la vi por la zona hasta hoy; y de repente se la ve aparecer solo para convencernos -de manera bastante arbitraria- y decirnos que el municipio se va a hacer cargo de los gastos. ¿Para qué están los concejales? Es muy bajo el nivel de representantes que tenemos. Parece que no se les cae una sola idea. Nada que tenga que ver con el progreso”, señaló otras de las vecinas visiblemente molesta por lo sucedido.
Un dato para destacar, además, es que el mismo día que ingresó el proyecto al Concejo, había otro del mismo bloque donde se pretendía cambiar la avenida principal de barrio Lalahenes por el nombre de “Popi” Sánchez, un proyecto que iba a ser votado por unanimidad; hecho que generó que sea guardado, para evitar así diferencias entre uno y el otro.