Villa Chichita sigue siendo un espacio donde conviven la desidia y la pobreza

Villa Chichita es hoy por hoy un albergue de varias familias que llegaron desde la ciudad de Córdoba y se fueron instalando en el lugar. La vieja casona, se encuentra enclavada en el corazón de barrio Pellegrini, al frente mismo del Museo del Che.

A metros de la puerta principal se puede observar ropa colgada de las pircas, juguetes dispuestos por todo el espacio verde, cochecitos de bebé en la entrada, basura y un continuo transitar de personas que entran y salen de la casa.
Además, la construcción no contaría con baño instalado, las paredes están derroídas, hay humedad por todas partes y tampoco posee servicios básicos.

Los vecinos, aseguran que los hechos de inseguridad se han acrecentado durante estos últimos meses y en muchos casos han manifestado reconocer a algunos de quienes frecuentan la casa como autores de los últimos robos perpetrados tanto en este como en barrios vecinos. La inseguridad creciente en la zona circundante a uno de los espacios culturales más famosos de la Argentina, se suma a una estampa de desidia y pobreza de la que nadie se hace cargo; y que lejos está de ser la única en la ciudad.


¿Miramos para otro lado?

La realidad no es difícil de divisar. Como ya dijimos, la casa se encuentra en calle Avellaneda al 500 donde diariamente cientos de visitantes de distintas partes del mundo se acercan a conocer el museo del Che. El lugar no escapa a la mirada -sorprendida en la mayoría de los casos- de los turistas y vecinos, pero tampoco le es indiferente a quienes forman parte del Estado; funcionarios y concejales a cargo en distintos estamentos que más de una vez se fotografiaron frente al histórico museo; pero, al parecer, no alacanzaron a notar lo que sucede a solo cinco metros de allí.

Proyecto vs. realidad

Es importante señalar que allá por junio de 2015, el municipio anunció a Villa Chichita como el nuevo museo de la ciudad que se convertiría en tal mediante un proyecto trabajado de manera mancomunada con el Centro de La Habana. El motivo es que se trata de otra de las casas donde vivió el Che Guevara. Sin embargo, el lugar nunca vio los avances de obra y solo un cartel al frente de la construcción da cuenta que en algun momento esa casa usurpada con más de 10 personas viviendo en su interior de manera casi infrahumana, será algun dia el reflejo histórico de la vida del personaje más revolucionario de la Argentina. Cabe destacar que a pesar de que el sitio tiene gente viviendo en su interior y se encuentra en total estado de abandono, fue mostraado a autoridades de La Habana y al Ministro de Turismo con la intención de que apoyen el proyecto que intenta concretarse en algún momento.


Más casos

Lo que sucede en este caso, ha pasado y pasa en otros sectores de la ciudad. En las instalaciones del Parque García Lorca, por ejemplo, -declarado Reserva Natural Urbana por el Concejo Deliberante- vive una familia desde hace varios años que lejos está de cumplir algún tipo de tarea en el lugar. Según se conoció, fue ubicada en el camping durante el gobierno radical, y nunca más se retiró del lugar. Otro caso para citar es del Hogar Anacleto Oviedo, donde varias familias convivían en total estado de pobreza, ocupando otro de los espacios públicos de Alta Gracia durante más de 10 años. Afortunadamente, hace solo algunos meses, la construcción fue entregada en comodato al colegio Padre Viera, por lo que comenzará a funcionar en el lugar la escuela primaria de ese establecimiento. Los ejemplos sobran pero las decisiones políticas están lejos aún de hacerse presente.

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