Si bien es cierto (haciendo un recorrido por los cursos de agua de la ciudad en algunas zonas puede comprobarse) que el municipio hace mantenimiento de malezas y yuyos, también lo es que en otros sectores no turísticos y mucho menos transitables el arroyo está en total abandono. Un manojo de basura, ramas de podas, plásticos y bolsas literalmente “bloquean” el paso del agua bajo el puente sobre Avenida Garzón al 700. RESUMEN hizo una breve caminata por distintas calles del barrio y en cada una de ellas, vecinos se acercaban a redoblar los reclamos que ya realizaron por todas las vías en la Municipalidad.
Luis y su mujer vecinos de calle Constantinopla se sienten atrapados en su casa ya que los taxistas no quieren pasar por las calles porque tienen baches y surcos profundos después de cada lluvia. Tampoco pueden pasar sobre el pequeño puente que se realizó -luego de la última creciente y que reemplaza un vado- porque cuando llueve se convierte en una trampa mortal y, cuando no, su reducida motricidad le impide atravesarlo. “Quedamos incomunicados también por el puente, porque antes por el vado pasaban los vehículos, ahora no se puede. Cuando llueve toda el agua de la ciudad desemboca aquí y nos llega cerca de las viviendas, ni con las crecientes subía tanto el arroyo”, dice Luis quien además se lamenta que muchos niños del barrio no pueden resfrescarse en las aguas del Chicamtoltina porque está tapado de yuyos.
Por su parte, Alberto Quiroga ex presidente del Centro Vecinal de Barrio Don Bosco también elevó sus reclamos “tengo todos los expedientes desde hace años y los que voy iniciando habitualmente por el estado de calles, luminarias, el arroyo. Por el estado de las calles Nuñez, Hermanos Maure y Salta desde el Centro Vecinal se hicieron siempre estos reclamos así como la necesidad de ensanchar el canal porque el agua termina desbordando, pero no pasó nada”.
Abrir el arroyo para todos
En un sector importante de la ciudad, donde se encuentran los Barrios Don Bosco, Villa Oviedo y General Bustos, el pedido para que el arroyo sea de fácil acceso es una necesidad innegable. Frente a la ex curtiembre es imposible ingresar al curso de agua. Más abajo la basura también lo impide. Quizá en un futuro las autoridades municipales vean allí un lugar de esparcimiento y disfrute de las familias altagraciencies que buscan un poco de sosiego en días que a veces rozan los 40 grados y no hay medios para trasladarse a lo que fuera el balneario en el Cañito o en el Ancla.
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