En la tarde de ayer y tras cumplirse un año de la muerte de Cintia Burgos, Villa Parque Santa Ana se autoconvocó -como tantas veces lo hizo Cintia- y, esta vez, pare rendirle homenaje.
Cintia no era más que una simple vecina del lugar. Sin embargo, lo que la destacaba era su impronta solidaria, siempre al frente y con ganas de cambiar la calidad de vida de los habitantes de Santa Ana.
La lucha contra la instalación del basural, el pedido por una pasarela o por el gas natural, son algunas de las causas que encabezó Cintia y tuvieron sus frutos en dicho pueblo.
Si último pedido fue por una ambulancia para el lugar, Cintia estaba luchando contra el Covid al igual que otros tantos vecinos, pero ella seguía pensando en el resto. «Así era ella, pura solidaridad», expresaron sus cercanos. Lamentablemente, a esa batalla no la ganó y Cintia fue una de las tantas víctimas de la pandemia.
Ayer, la «Plaza del árbol» la recordó y en una placa colocada en su honor en la sala municipal, también reconocieron su labor desinteresado.
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