No es la primera vez – ni el primer año- que un feedlot causa malestar en Alta Gracia. Cuando el calor aprieta, pasar la tarde al aire libre se vuelve imposible; y es que el olor es tan insoportable que los vecinos deben permanecer encerrados.
El año pasado, Villa Camiares, a través de su Centro Vecinal, emitió un escrito al Municipio a fines de que éste tomara cartas en el asunto ya que la situación era cada vez más desagradable. También lo hicieron vecinos de Barrio El Golf y la zona del Alto.
No obstante, la queja del pasado viernes fue generalizada. El penetrante olor llegó a zonas como barrio Cámara, Parque del Virrey y demás.
Según trascendidos, el campo pertenecería a una famosa familia que posee una carnicería en el centro de nuestra ciudad; y estaría ubicado en la zona norte de Alta Gracia, en Falda del Carmen.
Cuando sopla el viento norte, explican los vecinos, es cuando se intensifica el nauseabundo olor, y más aún al atardecer. Esto sumado a las altas temperaturas y la elevada humedad, es un combo que hace inaguantable.
¿Cuál es la solución?, Algunos alegan que debería establecerse una ordenanza que sitúe a los feedlots a una determinada distancia de la población más cercana; algo así como los antecedentes de las plantas de tratamiento de residuos o basurales (por ejemplo, el litigio entre los vecinos de Villa Parque Santa Ana y Cormecor; el cual por ahora ganaron los vecinos). ¿Y de la contaminación?, tampoco nadie habla de eso.
En fín, es un tema que se remonta año a año cuando el olor regresa. Durante los meses de invierno, todo el mundo se olvida del bendito feedlot, del cual no se sabe ni siquiera si está regularizado y cuenta con las habilitaciones e inspecciones correspondientes.
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