
Los conflictos continúan y lejos de aclarar oscurecen. El Club Anglo Viejo está en una situación de tirantes desde que la gestión de Adrián Depetris tomó la Comisión Directiva por segundo año consecutivo, en el 2011.
“Mi postura es en defender un patrimonio que hoy tengo al resguardo mío que es el club y como socio tengo el deber y el derecho de cuidarlo. Nosotros tratamos de darle un orden y transparencia que no lo tuvo en los años anteriores. Esto es un problema personal que tiene ellos con ciertos personas y lo que hacen no lo hacen en pro de un bien para el club, no tiene idea del daño que están provocando, los gastos que está teniendo el club como producto de todo esto”.
LAS DENUNCIAS
Si bien son variados los reclamos que este grupo de personas sigue haciendo a la actual comisión, los más fuertes serían: que no se habría llevado a cabo la auditoría contable de los balances correspondientes a 2009 y 2010 y que fuera rechazado en la asamblea de julio de 2011, este punto es desmentido por la Comisión ya que asegura que se presentaron en los tiempos correspondientes y que solo hubo “un error de forma”; que no se habría convocado a Asamblea para tratar el ejercicio cerrado con fecha 12/2011, que no se contratarían desde el mes de abril adicionales de la policía, que la Comisión omitiría informar el ingreso correspondiente a la concesión del bar y por publicidad y el tratamiento de la sanción que fuera impuesta a algunos de los integrantes del equipo de fútbol “Lentos” que los imposibilita desde julio hasta el día de la fecha a participar del fixture anual, que además, coincidiría con las personas que realizan estas denuncias.
Sobre este punto el presidente de la Comisión advirtió: “Son sanciones disciplinarias que están contempladas en el reglamento de fútbol y del Tribunal de Penas. Fue una agresión física que un grupo de jugadores realizó contra un árbitro. Con el informe del árbitro mas el de los vedores se decidió sancionar con un año de inactividad a los jugadores. Nunca fueron expulsados del club y no se les priva de todos los derechos que tienen como socios” finalizó.
LA RESOLUCIÓN
Ante los reclamos presentados, la Dirección de Inspección de Personas Jurídicas resolvió intimar a la Comisión para que presente la documentación inherente a la convocatoria a Asamblea General Ordinaria que deberá realizarse a fines de noviembre, intimar además a la Comisión Directiva para que en el término de 5 días se expidan ante las denuncias efectuadas, plazo que se venció hace ya 7 días, y suspender las sanciones aplicadas al equipo de fútbol hasta tanto se traten en Asamblea.
SOCIOS HARTOS Y CONFUNDIDOS
Mientras que las resoluciones se expiden, la Comisión refuta y argumenta y los denunciantes siguen dando pelea, el Club, uno de los más viejos de la ciudad vive una crítica situación de credibilidad que dejó de afectar a los socios y se convirtió en un problema social. Al respecto Depetris afirmó: “En todo este tiempo han tratado de agraviar y de ensuciar al club y están mal informando a los socios; la mayoría de la gente ya está cansada de esta confrontación. Esto te quita mucha fuerza, pero hoy estoy convencido más que nunca que no quiero dejar el club en manos de este tipo de gente, voy a luchar hasta el final de la forma que sea para que el club quede en buenas manos”.
La visión de uno
de los denunciantes
Pablo Valdéz
“Desde que la asamblea del 9 de julio del 2010 se rechazaron los balances, comenzaron los problemas. Desde aquella época no sabemos que estudio contable los audito. Por ese motivo presentamos todas las denuncias a Personería Jurídica, además presentamos un descargo por la sanción, nunca las respondieron y hasta el día de hoy no podemos jugar. Si ahora se hace una asamblea es porque los intimaron, no porque haya buena voluntad. Queremos que se convoque una asamblea para que el club tenga una conducción clara y transparente, nada más que eso”
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