El pasado jueves, en un juicio abreviado, la Cámara 9 de la ciudad de Córdoba condenó a Mario Silva, un albañil de 30 años oriundo de la localidad Los Cedros, a la pena de tres años y cinco meses de prisión por el homicidio de Héctor Lencina, su vecino de 40 años.
El hecho ocurrió en 2018 y fue caratulado como un “Homicidio Preterintencional”. Lo que se entiende como la intención de provocar lesiones (en un contexto de riña) pero finalmente se termina ocasionando la muerte.
El caso
La tarde del 21 de abril de 2018, Silva llegó a la casa de su vecino (ambos vivían en calle Julio Antún de Los Cedros) y, en tono desafiante, comenzó a insultarlo a causa de lo que supuestamente éste “le había dicho al vecino de enfrente”, un tercero que no participó de esa discusión. Al oir los gritos, Lencina salió del interior de su vivienda y ambos se trabaron en lucha. Fue cuando el imputado le propinó un fuerte golpe de puño que impacto de lleno en su rostro, provocando que Lencina cayera al suelo.
Ya en el piso, Silva continuó con su accionar violento, asestándole patadas a su víctima. Instantes después, intervino Olga, otra vecina que al presenciar la situación quiso ayudar al damnificado. Momento en que fue interceptada por el agresor quien portando un hacha de mano o machete, amenazó a la mujer. Luego, Lencina logró levantarse e ingresó a su vivienda para guarecerse del atacante.
Murió dos días después
A causa de los fuertes golpes, la víctima sufrió un eritema en mejilla izquierda, hematomas en distintas partes del cuerpo y un traumatismo de cráneo que le terminó costando la vida dos días después en el Hospital Córdoba.
A pesar de esto, Silva no fue detenido en esa oportunidad sino una semana después cuando totalmente fuera de sí le arrojó con un machete de unos 40 cm a una oficial policial, cuando ésta quiso detener su actitud violenta para con un grupo de personas. El arma blanca, quedó incrustada en una madera y Silva se dio a la fuga pero luego fue apresado en su mismo domicilio.
No obstante, en el medio hubo otros dos casos, el de Gastón Carreras a quien Silva tiró de una motocicleta en marcha, ocasionándole distintas contusiones y, el de los hermanos Calfiore (todos de Los Cedros) a quienes el condenado también atacó.
Sufre de adicciones pero “no quiso matar”
Mario Silva fue imputado por “Amenazas, Resistencia a la autoridad, Agresión con armas, Amenazas reiteradas, Lesiones leves, Daño y Homicidio Preterintencional”. Así mismo, la Justicia entendió que el deceso de la víctima fue una consecuencia no deseada ni prevista por el atacante y lo enmarcó en el artículo 81 inciso B del Código Penal.
Sin condenas anteriores y con algunas sanciones en prisión, Silva reconoció sufrir de adiciones y dijo estar arrepentido.
Con el beneficio de la libertad condicional, el condenado podría salir en libertad a mediados del 2020.
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