
El arroyo ha sido siempre, un tema polémico. En reiteradas oportunidades se ha hablado de la falta de atención que ha tenido desde ámbitos oficiales, y la desaprensión de algunos vecinos en cuanto a mantener su limpieza.
Desde la Secretaría de Servicios Públicos a cargo de Iván Poletta, se ha venido trabajando para poner a punto este espacio verde. Las primeras tareas fueron las de supervisar el estado general de los puentes; se encontraron algunas falencias menores que se solucionaron de inmediato.
A la hora de los trabajos, se pensó en el arroyo como espacio de recreación, pero también como factor de riesgo posible en temporada de lluvias. Por ello, se trbajó arduamente en limpiar el cauce mismo. “Luego de la última crecida, habían quedado acumuladas ramas, árboles, basura, cubiertas de auto dentro de lo que son los embudos debajo de cada puente. Esta basura, con las primeras crecidas (que son necesarias porque limpian el cauce), pueden hacer de efecto tapón, trayendo consecuencias como el desborde hacia la calle o que se socaven los puentes, como ya ha ocurrido alguna vez”, destacó Poletta a la hora de evaluar los trabajos sobre el sector.
El tema basura
Esta cuestión ha merecido un especial interés desde ámbitos municipales. En los márgenes del arroyo hay instalados cestos de basura para que los visitantes puedan depositar sus bolsitas y mMuchas veces se encuentran saturados por los residuos domiciliarios.
“Tuve que ir personalmente a tocar la puerta a algunos vecinos, junto a personal del equipo. Me ha tocado ver gente que estaba poniendo cuatro, cinco o seis bolsas en un canasto que no es para el uso domiciliario, sino para la gente que concurre el fin de semana”, declaró el funcionario.
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