Walter Zárate es el único altagraciense que forma parte de la Séptima Peregrinación Misionera Brocheriana que tiene nada más ni nada menos que el objetivo de unir Bahía Lapataia (Tierra del Fuego) con Humahuaca (Jujuy) a lomo de mula. Si bien salió junto a Sofía (su mula) este domingo de la zona rural de nuestra ciudad, llegará a Tierra del Fuego en los próximos días porque desde el 15 de diciembre comienza esta misión que tendrá fecha de fiscalización el 8 de abril.
Se trata de 8 peregrinos que viajan junto al padre Jorge Reartes, misionero redentorista que vive en Villa Allende en una comunidad de 8 sacerdotes, quienes no están en parroquia, sino que están abocados al tema de la misión: “Nací en Traslasierras, en Villa Dolores, por lo que ahí surgió un poco la devoción y el cariño por la figura del Cura Brochero. A los 18 años entré al Seminario y después fui uniendo dos puntas de ovillo respecto de la vida misionera y la del Cura Brochero. En el año 2000 comencé a recorrer las sierras, y sentí la necesidad de hacer retiros, encuentros para la gente del campo. He podido hacer cerca de 14 años de trabajo misionero en Traslasierra, y en uno de los retiros surge ésto de las Cabalgatas Brocherianas con el objetivo de hacer conocer a Brochero en otras provincias, y como él andaba en mula se nos ocurrió seguir ese mismo camino”, cuenta el sacerdote a Resumen.
La más extensa y con Brochero Santo
Ya se han realizado 6 peregrinaciones de este tipo, se recorrieron cerca de 5600 kilómetros en mula, pero ésta, sin dudas, será la más importante. Los gauchos pasarán por 11 provincias argentinas, llevando la imagen de Brochero santo por primera vez. “Si bien salimos 8 personas, en el camino se nos va sumando gente, algunos terminan el recorrido con nosotros y otros, se vuelven por cuestiones laborales. La imagen que llevamos está hecha por un artesano de Mina Clavero en una sola pieza de algarrobo. La mostramos por todos lados donde pasamos y luego la dejamos en la catedral de Humahuaca, a modo de ofrenda”, relató Walter a este medio, quien aclaró, además: “No tenemos miedo, hay mucha camaradería en el camino, y además la virgen y Brochero nos acompañan. Jamás hemos tenido problemas”, manifestó quien ya tiene varias peregrinaciones en su haber.
Una cuestión de fe
Mediante un minucioso trabajo, los peregrinos han preparado postas en distintas partes del país donde pernoctarán y además llevarán adelante fogones, encuentros, misas, etc. “Hay que tener mucha fe para hacer ésto, somos un grupo muy unido”, concluye el sacerdote.