El panorama actual de la oposición no es lo que parece en las fotos. Mientras abundan en las redes sociales imágenes de dirigentes acompañando en patota a los líderes provinciales, acá por los pagos chicos de Alta Gracia parecería que no se pueden poner de acuerdo ni para postular al Legislador ( o Legisladora) Departamental.
El 25 de junio algún referente de Juntos por el Cambio deberá acompañar en la boleta a Luis Juez, para enfrentarse a la dupla departamental Martín Llaryora- Facundo Torres, ya lanzados hace rato y ya en campaña en todo el territorio.
Les queda poco tiempo para explicarles y convencer a la población, comuna por comuna, y más allá de la campaña provincial, las razones, objetivos, propuestas por la que él o la elegida serían la mejor opción para Santa María.
La cuestión que tienen que dirimir es simple, pero parece demasiado difícil de conciliar para los radicales. ¿Quién en estos 4 años demostró ser el más capacitado para ese lugar?
Por voluntad del mismo candidato a Gobernador, Luis Juez, eso no se mide en cualidades, sino debe ser definido a través de la lógica de las encuestas.
Un mecanismo que deja de lado obviamente lo que tal vez se espera el vecino común: que vaya quien tenga real vocación para ese puesto, que haya recorrido el territorio, lo conozca y quiera aportar desde lo legislativo para la comunidad del Departamento.
De todo modo, en estos años muy pocos lo han hecho, y tal vez no sean los que más miden y por lo tanto se descartarían de entrada y la opción quedaría meramente matemática o electoralista.
Según aseguran desde el Pro, Frente Cívico y CCARI y parte de la UCR quien más mide es el ex candidato a Intendente de Alta Gracia, Leandro Morer quien además ya parecía hasta hace pocos días atrás, tener el consenso de gran parte de Juntos por el Cambio para esa tarea.
Pero no claramente era solo una impresión.
El problema, si es que lo hay, es que Morer no esconde sus aspiraciones para volver a intentar, una vez más, la carrera a Intendente en septiembre contra Marcos Torres.
Es decir, que de ser elegido como Legislador, de todo modo su objetivo no sería ese, sino más bien el Sillón de Lepri.
“Avalar doble candidatura es lisa y llanamente una estafa electoral!!!”, expresó enérgicamente Omar Allende a los medios, aduciendo una cuestión ética y tratando de recordar el momento en el que Walter Saieg recién elegido como representante de Santa María, se postulaba en la misma noche a Intendente de Alta Gracia
“ JUNTOS porque somos diferentes expresiones políticas opositoras!! Y CAMBIO porque tenemos principios políticos y conductas políticas republicanas y éticas”, asegura el ex Presidente de la UCR local y actual Secretario del Comité Provincial.
Lo que tal vez sueña algo extraño y su indignación no tan creíble, considerando que su referente máximo en Córdoba, Mario Negri, se postuló en 2019, siendo diputado, como candidato a Gobernador de Córdoba y luego de perder las elecciones, semanas después, volvió a alistarse para la Cámara una vez más. Una doble candidatura criticada y por un cargo que ocupa desde hace muchos, muchísimos años.
Pero los políticos tienen la memoria corta y selectiva, eso es más que sabido.
Por otro lado, la Presidente del Bloque y Senadora Suplente, Amalia Vagni asegura a este medio que no vio ninguna encuesta que avale la postulación segura de Morer en las Provinciales y que no está de acuerdo con la doble candidatura.
Lo más probable entonces, es que el problema esté lejos de ser ético, sino de bancas y oportunidades.
La posibilidad que Morer compita en ambas, achica la vidriera principal para otros radicales que quieren ser o seguir estando, Brunengo, Allende y algunos otros más o que aspiran a la Intendencia de Alta Gracia, como Amalia Vagni o tal vez Leticia Luppi y no quieren rifar todo ahora.
Justamente los nombres que algunos hacen circular en estos días como alternativa a Morer para el 25 de junio.
Según algunas teorías de pasillo, el mismo Morer estaría preocupado por integrar esa boleta por dos razones. Una, es que no tiene certezas que no se le impida luego, con la excusa de la testimonial, postularse en Alta Gracia. Y por eso exige garantías en Córdoba (a propios y ajenos).
Y en segundo lugar para no exponerse en junio a una eventual derrota, otra más, contra uno de los hermanos Torres, hecho que podría dañar su imagen para las municipales.
Es decir, una candidatura testimonial que podría volverse un límite por las internas en caso de ganar; o un gol en contra en un panorama de derrota.
Según otros, sea como fuere el resultado, esa vidriera de campaña sumaría muchísimo a la imagen de cualquier postulante brindándole más posibilidades para el sillón de Lepri.
Y entonces, lo de la encuesta, considerando los techos, ya no debería ser un factor determinante y varios y varias quisieran colgarse de ahí.
Mientras tanto, los dirigentes de los otros partidos de la coalición, ven cómo una vez más, las pequeñas internas de la UCR impiden avanzar hacia propuestas concretas y formulas competitivas y crece el malhumor por ser “rehenes de las peleas de siempre”.
Y eso se refleja además en el difícil armado de candidatos a jefes y jefas comunales en el Departamento.
Y los vecinos y vecinas, en vez de propuestas, proyectos e ideas, solo ven como un puñado de dirigentes se pelean por cargos, se suben a listas para puestos que en el fondo no quieren ocupar o esperan definiciones desde “arriba” sin moverse mucho de su casa.