En septiembre de 2018 y en medio de la polémica renuncia del Dr Juan José Lopez (Jota jota), Carlos Delera se haría cargo de la conducción del Hospital Arturo Illia de manera interina. Esto, en medio de una ola de reclamos por la deficiente atención a los pacientes, la falta de recursos humanos y técnicos y hasta de la crítica de algunos servicios de emergencia privados.
Poco pasaría para el nombramiento oficial de Mariana Garay como nueva directora; quien en la practica asumió el 3 de octubre de 2018. Apenas un mes después, una grave denuncia por abandono de persona ponía al nosocomio -y a Garay- bajo la lupa. La de la familia de un vecino de Villa del Prado que aseguraban éste había fallecido a causa de las largas horas que pasó sin atención en la guardia, entre otras cosas. La flamante directora salió a desmentir tal situación y, de este modo, su debut público ya empezaba con algunos tropiezos.
Las quejas por la mala atención, la falta de profesionales en guardia y hasta por «diagnósticos erróneos» seguían siendo tema de discusión en las redes sociales y algunos medios de comunicación. Pero, sin duda, la pandemia agudizó aquella problemática y para fines del 2020 los trabajadores del Hospital emitían un comunicado público en donde cuestionaban todas esas falencias pero, sobre todo, la sobrecarga laboral que muchos tenían a consecuencia de varias bajas y despidos.
A pesar de que durante un buen tiempo el «clímax» del Hospital no fue el mejor, para Garay, como para todos, enfrentar una pandemia en la salud pública y al mando de un Hospital que atiende a todo un Departamento, no fue para nada fácil. La profesional al poco tiempo integró ese organismo desconocido formado pura y exclusivamente para la pandemia como fue el COE y allí ciertas diferencias, rispideces y cuestiones políticas la alejarían de a poco. Su relación con la prensa se volvió tirante, como así también con algunos miembros del ejecutivo cuando todos creían que a Garay la había ganado el hartazgo, está resurgió como el ave fénix.
El Hospital enfocaría su atención en los casos Covid y con ayuda del Ministerio de Salud de la Provincia duplicarían las camas en la terapia intensiva. La adquisición de una ambulancia de alta tecnología, como así también la de un consultorio odontológico de primer nivel, la gestión del tan ansiado ecógrafo y la era de la digitalización, habían llegado de la mano de Garay. El viejo sistema del Hospital era parte del pasado y ahora las historias clínicas y el otorgamiento de los turnos, entre otros cambios, se sumaban a la nueva era de la digitalización. El apoyo del Gobierno Provincial y el reconocimiento del local, siempre fueron una herramienta con la que Mariana Garay contaba, incluso en los peores tiempos.
De este modo, con tropiezos y aciertos, Garay cumplió tres años al frente del Hospital Illia y hay quienes dicen que serán muchos más.
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