La causa “Coco Restobar” parece estar llegando a su último capítulo. Luego de muchos años de litigio la Municipalidad de Alta Gracia deberá afrontar el pago de casi un millón de pesos tras haber perdido el juicio vinculado al polémico centro gastronómico local. El Tribunal de Cuentas, hoy con mayoría radical, tras no haber visado, luego observado y finalmente aprobado, a la fuerza, con reservas el expediente municipal 240/1/21 en el que contenía las órdenes de pago 5958 y finalmente 8105 el 17 de agosto remitió los antecedentes de las actuaciones al Honorable Concejo Deliberante de la Ciudad de Alta Gracia, en cumplimiento de lo establecido en el artículo 112 de la Carta Orgánica Municipal. En la última parte del segundo párrafo de dicho artículo, se obliga al órgano de contralor patrimonial a enviar lo acontecido desde que el expediente haya ingresado a su seno, en este caso las actuaciones entraron el 5 de julio, hasta que finalmente los Tribunos de Cuentas lo visaron con reservas, tras la insistencia del Departamento Ejecutivo, al Poder Legislativo.
Este miércoles 25 de agosto se llevó a cabo una nueva sesión, presencial desde hace tres semanas, del Concejo Deliberante en donde se dio ingreso a la nota que el Tribunal de Cuentas presentó. El Concejal del PRO Ricardo González, pidió lectura por Secretaría Legislativa de la misma y luego, en uso de la palabra, realizó algunas consideraciones generales del proceso judicial, y no de la nota del Tribunal en sí, de la causa “Coco Restobar” a las que el Concejal oficialista Manuel Ortiz contestó para mocionar finalmente el giro de la nota a la Comisión de Legislación General. Hasta ahí, palabras más o menos, se venía desarrollando el encuentro legislativo con total normalidad. El problema surgió cuando desde la bancada opositora la Concejal Lucía Allende a los gritos intentó forzar un “debate libre” de una nota a la que reglamentariamente no se le debía dar más trámite ya que, en este caso, el envío de antecedentes al Legislativo por parte del Tribunal no requiere aprobación o debate en el recinto de la cámara, si los concejales lo desean si se puede realizar el mismo pero en la comisión correspondiente. Incumpliendo totalmente lo que el reglamento interno dice con respecto al uso de la palabra, los vecinos de la Ciudad de Alta Gracia fuimos testigos de un circo legislativo. Mientras que Allende levantaba la voz para tratar de imponer un procedimiento inadecuado, la mirada fija hacia abajo del Concejal González o los ojos desconcertados del Concejal Marcelo Jean daban cuenta de cuán dispares son las formas y opiniones de encarar las intervenciones del bloque minoritario en el Legislativo. Tampoco nada hizo la Presidente del Bloque de Alta Gracia Crece Amalia Vagni para intentar calmar a Allende. En fin, por una cuestión que debería haberse limitado a ser un mero trámite administrativo, se desató un escándalo en el Concejo Deliberante del que los vecinos se hicieron eco.
Una de las razones que tiene la ciudadanía apolítica de no querer participar de las cuestiones de interés público claramente tiene que ver con el accionar de aquellos que los tienen que representar justamente en las instituciones diseñadas para que formen parte todas las voces que fueron merecedoras de porcentajes importantes en las urnas. Pero si esas instituciones son manipuladas para realizar 15 minutos de shows y no propuestas superadoras en medio de la mayor crisis social, económica y sanitaria desde 1983, se puede llegar a entender que la empatía hoy no está cercana al Pueblo.
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