Muchas veces se habla de lo dañino que es para la salud psíquica y mental del deportista, un parate de actividades o competencias. También se ha hablado, y siempre desde lo psicológico, lo que significa contener a un deportista aislado con Covid, como así también a su entorno familiar. No obstante, pocas veces se habla de la realidad física de un atleta que tuvo Covid. El bajo rendimiento y menor capacidad que demuestra; algo que, inevitablemente, queda plasmado en una cancha.
De este tema «Resumen Deportivo» por la 88.9, habló con David Moyano, Fisioterapeuta y Kinesiólogo de la ciudad, quien para nada minimizó las consecuencias del Covid respecto al deporte y dijo que si se tuvo Covid siempre es bueno acudir a un especialista antes de retornar a cualquier práctica deportiva.
«Por lo general dicen que el deportista que tuvo Covid puede volver a la actividad inmediatamente, pero no es tan así. Generalmente todos sabemos que el Covid está generando el foco en personas jóvenes como en adultos, y a partir de los 19 años se da Miocarditis, que es una patología cardiaca totalmente silenciosa que permite que el deportista vuelva a entrenar como si nada y éste comienza a tener deficiencias y déficit en el rendimiento deportivo», inició el especialista y continuó: «es por eso que estamos en conjunto con los médicos y los preparadores físicos para chequear permanentemente ese retorno del deportista de cualquier deporte. Si bien no sabemos si la Miocarditis les afecta a todos, si el deportista tuvo Covid y se le dio el alta médica, empieza con los entrenamientos básicos y se lo va a chequeando, se lo va siguiendo de cerca y si llega a tener déficit con cuestión de palpitaciones o ángores, se lo retira del entrenamiento y ahí se lo analiza más específicamente».
Moyano asegura que hay un antes y un después del Covid en cuanto a la capacidad física de los deportistas. «En el proceso entre que el deportista tiene Covid y el post Covid, se pierde mucho aeróbicamente y hay déficit a nivel muscular, respiratorio y ventilatorio. Y si bien se lo monitorea, el paciente asintomático quiere seguir haciendo la actividad, en muchos casos la puede hacer pero en la mayoría no», dijo.
¿Qué pasa con los deportistas profesionales que no pueden perder ese rendimiento?
Para esos casos, Moyano indicó que existe un entrenamiento particular llamado CIDAR que no es otra cosa mas que un monitoreo pormenorizado para esas promesas del deporte.
«Con ese entrenamiento los deportistas de todas las categorías, siguen trabajando para no bajar el rendimiento y en muchos casos hubo aislamiento de burbujas, por contacto estrecho, muchos jugadores asintomáticos recuperaron la actividad y por suerte el porcentaje fue muy bajo en los cuales tuvieron que hacer resonancias magnéticas para ver si tenían déficit cardíacos, o hasta hacer análisis clínicos para saber por qué falla», explicó el fisioterapeuta y agregó: «Hoy en día tanto el deportista amateur o la persona que se junta a jugar el picadito con sus amigos, no debe menospreciar esta patología que día a día venimos aprendiendo. Es importante que el volver a la normalidad en el post Covid se recurra a un especialista para que haga una prueba de esfuerzo, un emac, un análisis de sangre y lo que sea necesario», culminó.
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