Uno de los partidos más importantes que hubo este fin de semana en la Superliga Argentina fue el de Banfield frente a Boca que contó con más de una presencia cordobesa en ambos equipos. Por un por lado el equipo dirigido por Guillermo Barros Schelotto tuvo entre sus filas a jugadores como Cristian Pavón, Emmanuel Reynoso, Gonzalo Maroni y Julio Buffarni; mientras que en el bando del emperador Julio Cesar Falcioni tuvo a Claudio Villagra, el jugador de Despeñaderos que dialogó con Resumen para contar de su actualidad en el Taladro y sobre sus experiencias vividas desde que llegó a Buenos Aires desde muy chico.
¿Cuales fueron los clubes en lo que comenzaste dentro de tu carrera futbolistica?
Arranqué a los 5 años a jugar en Despeñaderos, en Alianza, donde estuve cuatro años, luego a los 9 meses pasé a Malvinas de Alta Gracia, después pude jugar en Deportivo Norte y en Malvinas así que empecé a jugar en los dos lados donde estuve tres años. A los 12 me fui a probar a Buenos Aires, y a los 13 ya había empezado a jugar acá en Banfield donde hice todas las inferiores. Cuando surgió lo de Banfield yo estaba yendo a entrenar a Instituto, pero me definieron que había quedado acá y tenía que arrancar en el año siguiente. Fue en ese momento que se me complicó a mi por el tema de los viajes de Despeñaderos a Córdoba porque tenía que tomar muchos colectivos y era un gasto importante que por ahí no tenía. Como apareció lo de Banfield me vine para Buenos Aires donde me daban todo. El hecho de venirme para acá me cambió toda mi vida, pero por suerte me pude adaptar bien porque cuando llegué habían venido ese mismo año otros cinco chicos de Córdoba. Al no poder estar con mi familia la contención la hacíamos entre nosotros mismos; también había chicos un poco más grandes que te apoyaban mucho en ese sentido, estábamos contenidos y eso nos ayudó a adaptarnos rápido. Además nos fue llevando de la mano lo futbolístico porque cada año nos fue un poco mejor entonces como que encontrabas una motivación. Otra de las cosas es que la mayor parte de los chicos que están en la pensión pasan por eso, todos con el mismo sueño y lo sentís como un hermano más, estábamos entre todos unidos andando de un lado para otro juntos generándose una linda amistad.
¿Siempre te caracterizaste por jugar de delantero?
Yo empecé a jugar como segundo delantero en reserva. Jugué en esa misma posición pero cuando me tocó subir a Primera era otro el esquema con 4-3-3, jugando adelante, más por los costados, que es más de extremo. Este técnico me tiene considerado como delantero pero he jugado un poco más por las bandas como volante, si tengo que hacer el esfuerzo, el recorrido por el costado de la cancha me siento como para poder hacerlo
¿Cómo describirías a Julio Falcioni en su rol como entrenador?
Es un técnico exigente, que si vos le respondés el te da confianza y trato de poder hacer eso, entrenar bien cada día para que cuando me toque, tener una oportunidad
¿Como viviste esta oportunidad de estar presente en alguno de los partidos del campeonato local?
En el torneo nos tocó jugar a nosotros, a los más chicos. Siempre trato de estar tranquilo concentrado en lo que me piden y después cuando me toca demostrar, porque me toca jugar, siempre lo hago sabiendo que es un partido y con la responsabilidad de hacer las cosas que me piden.
¿Es toda una motivación poder recibir el reconocimiento no sólo el de los hinchas de Banfield sino que también el de los medios por el labor que vienen haciendo en cada uno de los encuentros?
Si no sólo en mi caso sino que también con el resto de los chicos, ya que lo tomamos con mucha seriedad porque sabíamos que no se dan todos los días estas oportunidades de jugar contra Boca, Talleres, o contra equipos grandes. Algo que uno nunca pensaba que iba a hacer es poder jugar y te hablo de todos los jugadores de inferiores así que estábamos todos concentrados, tratando de hacer lo que nos piden y después a la hora de jugar demostrar que por algo estábamos ahí. El apoyo de los hinchas se notó porque por ahí arrancamos medios atrás y Boca empezó a tener la pelota, pero la gente nunca empezó a murmurar, sino que, por el contrario, nos apoyó muchísimo.
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