Adma se presentó con un proyecto ante la Fundación Banco Macro para obtener fondos que le permitan hacer ampliaciones, fue aprobado y se podrá realizar mejoras en el predio. Los arreglos incluyen una ampliación de la galerìa exterior, y mejoras varias en el quirófano (una mesada y bajo mesada con puertas y cajones, se instalará una bacha sobre la mesada con el nuevo tendido de desagües cloacales y se abrirá una puerta hoy separada con una reja, para vincular dos espacios).
El monto estimado total de la obra será de 58 mil pesos y la Fundación deberá presentar los comprobantes de todo lo realizado. Banco Macro aportará 30 mil pesos y el resto se reunirá con fondos de la fundación. Se calcula que las obras iniciarán en marzo. “Estamos felices, esto se suma a la donación que hizo la gente del Instituto Manuel de Falla el año pasado, hay mucha gente que nos está empujando a hacer cosas como hasta ahora”, manifestó Cristina Gutierrez, titula el organismo.
La mala
Desde la Fundación ADMA encendieron luces de alarma ante la falta de envío de insumos para esterilización por parte del programa nacional ProTenencia: «en todo el año pasado nos enviaron solo 17 dosis de Ketamina, cuando eso es lo que deberían enviar cada mes. Ahora con las nuevas autoridades nacionales nos dijeron que no van a mandar nada hasta no hacer auditoría», señala Sebastián Franco, quien junto a Macarena González son los dos veterinarios matriculados que trabajan en el lugar contratados por el municipio. «Lo que Nación nos enviaba servía, estirándolo, para hacer 200 castraciones y nosotros hacemos 1700 al año, sin el aporte de la Municipalidad nunca podríamos trabajar», criticó Gutierrez.
Los cambios de precios por la inflación también conspiran con los cambios permanentes en el costo de los insumos: “presupuestamos por 10 mil pesos la última vez para la Municipalidad, hoy eso cuesta 14 mil y como los tiempos de la administración municipal son lentos, tuvimos que hacer el pedido de nuevo porque ya no nos alcanza”, justifica la encargada del lugar.
Además de los aportes del municipio, que sirven para abonar el sueldo de dos veterinarios, un auxiliar del veterinario (becado) y una empleada administrativa, la Fundación pone de su bolsillo para contratar un segundo auxiliar y en más de una ocasión implementos para las cirugías.
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