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El “Gigante de Alberdi”, los primero partidos y su primera vuelta ante su clásico rival

El estadio Julio Cesar Villagra más conocido como “El Gigante” está ubicado en el corazón del popular barrio de Alberdi. Allá por el año 1914 se instaló en la manzana que aún hoy está, se construyeron los primeros vestuarios, la cancha de básquet, y en el año 1928 se comenzó a construir la primer tribuna, y en 1929 ante diez mil personas se inauguró oficialmente el estadio, ese mismo año dio su primer vuelta olímpica al vencer a Talleres 3 a 2 y coronarse como campeón de la Liga Cordobesa de Fútbol.

El Estadio ¨Julio César Villagra¨, conocido como ¨El Gigante¨, está ubicado en el corazón de Barrio Alberdi, sobre la calle Arturo Orgaz.

La primer cancha se encontraba detrás del Colegio Santo Tomás y luego sobre la calle Deán Funes, en la parte posterior de lo que hoy es el actual Registro Civil de la Municipalidad de la ciudad. Pero en ambos casos, el Pirata debió mudarse debido a las edificaciones que comenzaron a realizarse en esas populosas zonas.

En los comienzos del fútbol en Córdoba, en los primeros torneos de Liga Cordobesa, el principal requisito para poder participar era contar con una cancha propia. De esa manera, Belgrano quedó fuera de esos torneos por no tener «su casa». Pero gracias a gestiones de los jugadores de la época (en especial de Maximiliano Unamúnzaga), logró fusionarse con el Club Pergamino y así hacer de local en el Parque Sarmiento.

En 1914 finalmente se instaló en la manzana de Alberdi en la que está aún hoy. Se construyeron los primeros vestuarios, la cancha de básquet y las de bochas. La sede social también se erigió en el lugar.

En el año 1928 se comenzó con la construcción de la primera tribuna para que Belgrano pudiera finalmente cumplir el sueño de un estadio propio. El 17 de marzo de 1929, ante 10.000 personas, el sueño se hizo realidad y se inauguró oficialmente el estadio.

Fue el primero en contar con una tribuna de cemento del interior del país. Es el más antiguo de la ciudad, y fue apodado “El Gigante” porque sus dimensiones superaban a las de las canchas que habían en esos tiempos.

En el año de la inauguración se dio la primera vuelta olímpica, luego de vencer a Talleres 3 a 2 con goles de Romero, Lazcano e Infante, y coronarse campeón de Liga Cordobesa 1929.

El 5 de diciembre de 1945 la «B» inauguró el sistema de iluminación en un partido amistoso frente a Newell’s Old Boys de Rosario, permitiendo la realización de encuentros nocturnos.

El Estadio fue propuesto como sede para algunos partidos del Mundial 1978 que se disputó en Argentina, sin embargo los altos costos que llevaría su remodelación hicieron que no fuera posible y que las autoridades gubernamentales resolvieran la construcción de lo que es hoy el Estadio Mario Kempes.

Debido a las crisis económicas e institucionales sufridas por el país a lo largo de varias décadas y de las cuales la institución no estuvo ajena, las inversiones en infraestructura fueron escasas y nuestro estadio se encontró en un estado de abandono durante muchos años.

Pero luego, otra vez la voz del pueblo tenía donde hacerse escuchar y el 24 de mayo de 1997 se reinauguró “El Gigante”, luciendo un nuevo “codo” en la Platea Dorada. El partido de la re-inauguración se jugó frente a la Selección Argentina Sub-20 conducida por José Pekerman. Belgrano ganó ese encuentro 2 a 1 y aquella noche en las tribunas se desplegó la bandera más grande del país por aquellos tiempos: 160 x 30 metros, la que había sido donada por la firma que vestía a los celestes: Le Coq Sportif.

Desde el 15 de septiembre de 1993, lleva el nombre de Estadio “Julio César Villagra” en honor a uno de los máximos ídolos de la historia Celeste.

El mismo edificio funciona como Sede Social, donde encontramos el Departamento de Socios, los departamentos diligénciales, la Escuela Oficial de Fútbol, la BiblioteCAB “26 de Junio”, la Fotogalería, el SUM de Cultura, el Archivo histórico y el gimnasio cubierto donde se practica Básquet y Vóley.

El 9 de septiembre del 2017, la Tribuna Tomás Cuellar elevó el estadio de Belgrano a una capacidad de 30.500 espectadores, dándole además una fisonomía moderna al escenario y una visual privilegiada al público. Cerca de 13.000 hinchas del Club realizaron aportes para construirla, en lo que significó el ansiado regreso del Pirata al Barrio Alberdi, donde está su identidad y su cultura. Su nombre es en homenaje a “Tito”, emblemático capitán celeste, que jugó entre 1963 y 1975.

En la actualidad, tras varias remodelaciones, cuenta con un aforo de 30.500 personas, siendo el segundo estadio más grande de la Provincia. Y, cada vez que Belgrano juega de local, luce repleto de pasión celeste.
Fuente: Resumen – Club Belgrano.

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