El cantante Piti Fernández dialogó con el equipo periodístico del programa radial «Todo Pasa» de FM 88.9: «Suelo ir a Córdoba siempre aunque sea una semana a vacacionar, no sólo a trabajar. Me gusta mucho traslasierra, Nono, Villa Las Rosas, también tengo muchos amigos en Alta Gracia».
Sobre cómo combina su trabajo entre el solista y el cantante de las Pastillas del Abuelo, manifestó: «Es intenso, no es fácil. Pero tiene su beneficio: no quedarme con las ganas de nada. Por ejemplo, como solista puedo tocar la guitarra -que no lo puedo hacer con Pastillas- y tengo muchas ganas de seguir tocando, ya que cuando dejás por un tiempo las manos se desacostumbran. Hay que coordinar las dos familias y gracias a las buenas intenciones de la productora, de mi manager, entre otros, encontramos la manera de que éstas dos facetas se combinen». «Hasta el momento, para mí el mejor de los años, ha sido éste. Hicimos el primer semestre como solista y el segundo con Las Pastillas» agregó.
Con respecto a su show en particular, detalló: «Es un show de blues y de country. Podrán escuchar algunas de mis canciones de mi primera etapa de composición, de mi rpimer y segundo disco solista, como ´La doctora dos´, ´Mi genio amor´, ´A medias´, ´Esperándome´. También versiones de nuestro rock nacional llevadas al blues o al jazz, o algún tema de La Mona en versión blues».
Sobre su relación con otros artistas, manifestó: «Hay buena camadería con otros artistas, como León Gieco, La Velña Puerca, el Zorrito Quintiero, cantar con ellos son sueños cumplidos, con pares que son leyendas. Con este proyecto solista, se acercó más gente de la vieja guardia, lo cual me da más orgullo. Entre ellos, Claudia Puyó, Chizzo Nápoli de La Renga. También compartimos canciones con Ricardo Tapia de La Missisippi, estas incorparociones, estas leyendas de la música, me estan acompañando, más allá de la musicalidad».
En relación al encuentro con el público, tras la pandemia, enumeró dos etapas: «El primer encontronazo, en particular Las Pastillas, fue uno de las primeras bandas en comenzar a tocar en Córdoba, Mendoza. Pagamos el precio de testear con los primeros ´protolocos´ con los cuales estaba prohibido pararse, respirar al aire libre, un poco violento, con algunos seguridad apuntando con el láser en la cara si cantabas, por ejemplo».
En esta segunda etapa, «es bastante más satisfactorio, todo ese miedo planeado para que la idiosincrasia de la gente merme, no hizo tanta mella y la gente volvió a rozarse, volvió a ser un público de rock, hasta que vuelvan a meter el miedo». El artista relató que no consume televisión, «las redes son un trampa increíble, pero son necesarias, las usamos para trabajar. La tele desinforma intencionalmente».
Foto: Radio Nacional
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