El pasado martes Sudamérica vivió un fenómeno increíble que no se volverá a ver en 365 años. Se trata del eclipse de sol que sorprendió a todo el país y fue furor en las redes sociales.
¿Pero como retratarlo? Una vez más la lente del altagraciense Gonzalo Granja, cobra protagonismo para inmortalizar un momento único en una imagen.
“Mi búsqueda siempre fue que la fotografía sea una invitación a salir afuera, no solo compartiendo paisajes y naturaleza, sino tratando de traducir lo que vivimos cuando estamos en estos lugares”, expresó Gonzalo Granja en dialogo con RESUMEN.
“Di con la cuenta que quería que haya una figura humana en la foto, dando relación y escala de la persona ante este espectáculo y nuestro vínculo con el universo. Posteriormente busque que sea desde una actividad y que el momento sea tan preciso y puntual como lo que estaba sucediendo detrás, obviamente todo esto aumentaba el margen de error”, agregó.
Todo estaba predispuesto, Gonzalo supo del eclipse hace aproximadamente un año, en una cena con amigos, a partir de allí se dedicó a investigarlo semanalmente alimentando su entusiasmo por retratar este momento único.
“Hablé con Sebastián Giordano para poder llevar esto a cabo, uno de mis mejores amigos, ciclista especializado en la modalidad de Trial. Debía ser alguien que admire por su dedicación, que sepa lo que estaba haciendo a la perfección y a su vez tener la confianza para poder hablar sin filtro sobre la marcha”, comentó el reconocido fotógrafo local.
“Con dos meses de anticipación, dimos vueltas por las sierras con una aplicación que permite calcular como se moverán los astros. La búsqueda fue difícil, debía de coincidir con el eclipse, estar ubicado en la franja de totalidad y tener una distancia puntual que, según el lente que iba a usar, permita enfocar y encuadrar todo en la cámara. Luego de varios posibles escenarios, encontramos uno, una cornisa ubicada en el filo de Merlo, San Luis, al límite de la provincia”, señalo Granja.
“Contacté a una colega que se dedica a la fotografía de deporte para conseguir un teleobjetivo y disparar a larga distancia. Compramos láminas solares por Internet para no dañar el equipo y nuestros ojos, empezamos a seguir el clima de cerca, cruzando los dedos y rogando que las condiciones se den y no se nuble ese día”, agregó.
“El día de la fecha arrancamos muy temprano (tipo 5:30am), fuimos con un equipo de personas y llevamos handys para poder comunicarnos. Dada la hora cada uno tomó su posición, hasta que a las 17:40hs, del 2 de julio, todo cobró sentido. La luna y el sol se alinearon, la temperatura bajó bruscamente varios grados y una oscuridad total hizo que los animales enloquezcan. Todo lo que habíamos leído se hizo realidad”, expresó Gonzalo Granja.
“Todo esfuerzo por entender como era esto y donde debíamos estar, encontró su lugar. Son estos momentos los que hacen que la vida tenga otro significado”, finalizó.