«Son cicatrices que quedan y de las que se aprende pero no miro hacia atrás, estoy viva»

Lorena Romero, la mujer que fue brutalmente atacada por su ex pareja en octubre de 2018 en la localidad de Los Aromos, pasó por Tiempos Violentos y dio un testimonio exclusivo.

A 14 meses de lo ocurrido,  Lorena está de pie. La mujer de 36 años siente que no tiene sentido vivir en el pasado y asegura que pudo dar vuelta la página y salir adelante, a pesar de que las secuelas físicas y del corazón le recuerden día a día lo que le pasó aquel 23 de octubre de 2018 cuando en un ataque de locura, su ex pareja Luis Luque la golpeó, la secuestró y hasta la prendió fuego.

Lorena Romero es una de las tantas víctimas de violencia de género extrema; alguien que «la puede contar». Este martes, en su paso por el Programa Tiempos Violentos, la mujer contó paso a paso lo que recuerda de ese día en el que pensó que perdía su vida.

«El me cruzó y me detuvo cuando yo salía de trabajar. Me subió a golpes a su auto porque yo no quería. Adentro cerró  las puertas y me dijo `si no sos para mi no sos para nadie`, nada más. Ahí me pegó y empezó a ahorcarme, tanto hasta dejarme sin fuerzas. Fue cuando ví que tenía un bidon con nafta, me roció, yo no lo dejaba,  intentaba defenderme pero estaba sin fuerzas, ahí  prendió el fósforo, lo logró y después que me prendió fuego me sacó del auto y me tiró hacia afuera. No se con qué me apagó, si era una colcha o un buzo, no lo sé pero insistió en llevarme al médico, yo me negué pero me entró de nuevo por la fuerza al auto«, comienza narrando la mujer entre lagrimas.

Lorena sólo quería ver a su hijo e ir a un hospital pero Luque  insistía en hacerle daño, más daño. «Yo sólo lloraba y le pedí que llamara a mi hijo y el me dijo que lo iba a llamar pero mientras me llevaba yo veía que agarraba otro camino, nunca entró para el lado del Hospital. Fue por el lado del crucero y ahí quise bajarme porque observé un movil, pero no me dejó y siguió de largo hasta un descampado. Se ve que quería terminar con todo, me bajó del auto y empezó a las patadas y patadas que nunca me pude levantar del suelo. Era  increíble la forma en la que me pegaba. Sin decir palabra, solo me pegaba. Al último me  subió de nuevo al auto y ahí vi un cuchillo, pensé bueno acá se termina todo`pero cuando  levanté la mirada veo un Renault 12,  fue mi angel. No se con qué fuerzas abrí la puerta y salí corriendo. Me le paré en frente y el hombre frenó, sólo me dijo `madre mía que le hicieron` y él me llevó a la guardia, él me salvó la vida«, recuerda.

Sobre la relación

«Lo nuestro  no fue una cosa de pareja,  no era algo formal, era como un pasatiempo de algunos meses. Yo termine la relación y el no lo acepto nunca y ahí empezó a ponerse violento, antes nunca me había hecho nada. Cuando me quería alejar se empezó a poner agresivo. Varias veces me encontró con mi nene en moto, siempre se me cruzaba y tenia que calmarlo por miedo de que le hiciera algo a mi hijo, hasta que lo denuncié«, cuenta Lorena refiriéndose al día en que la Justicia le puso una orden de restricción. Orden que claramente, éste no respetó.

Volver a empezar

La mujer permaneció dos meses internada en el Instituto del Quemado de la ciudad de Córdoba. Sufrió un 30% de quemaduras y debió ser intervenida en más de 10 oportunidades. A pesar de ello, su familia y la llegada de un nieto le darían la fortaleza necesaria para salir adelante.

«Entraba al quirofano feliz porque sabia que venia un ángel a mi vida que me esperaba, mi nieto. Fue lo que mas me sacó adelante. Ya no pensaba en el pasado sino en salir adelante por mis hijos. Una vez llore por mi mano porque esta toda injertada pero por ahí digo, yo pude haber quedado con todas estas cicatrices en mi cara. Me tape la cara cuando me predio fuego, por ahí me duele querer usar algo que antes usaba, o verme las quemaduras  pero me consuela saber que podría haberle pasado a mis hijos y gracias a Dios no fue así. Son cicatrices que quedan y de las que se aprende pero estoy viva para disfrutar de mis hijos y de un hermoso nieto«, reflexiona Lorena quien volvió a su trabajo en el Jardín de Infantes de Los Aromos y se mostró más que agradecida por la solidaridad y cariño de todos sus vecinos.

«La condena fue poca y lo sabía de antemano, Yo sólo quería que se acabe, Ojala que si sale no le vuelva a hacer algo malo a otra persona porque ya tenía antecedentes. Yo ahora miro hacia adelante, nada más«.

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