«Siempre que polaricemos la alimentación no podemos hablar de salud»

Así lo expresó la doctora Claudia Casadei, licenciada en nutrición, en diálogo con "Todo Pasa", respecto a los hábitos de alimentación en el marco del cambio de temperaturas.

Durante la mañana de este martes, la doctora Claudia Casadei quien es licenciada en nutrición, visitó los estudios de 88.9 FM.

A partir de un diálogo con el equipo de «Todo Pasa», dio consejos respecto a lo que hay que tener en cuenta con los hábitos de alimentación en el marco de los cambios de temperaturas: «Vamos a seguir desmitificando esta cuestión de que comer sano es difícil. En primer lugar, baja la temperatura, llega el frío, y no es sólo la comida lo que hace que cambiemos nuestros hábitos. También implica que estamos más encerrados, ya no pasamos tanto tiempo afuera, al aire libre, estamos menos expuestos al sol, posiblemente caminamos menos al aire libre. O sea, nuestro cuerpo tiene menos movimiento y más encierros. Si estamos encerrados, generalmente no estamos tan expuestos a la luz solar».

Entonces, no generamos tanta vitamina D si nuestro sistema de defensas no tiene tantos recursos como en el verano, que estamos expuestos al sol entonces busca otros recursos. El sol cumple una función importante que es la producción de vitamina D, a través de la piel. Entonces, la exposición al sol es importante en verano y en invierno. Lo que pasa es que, en invierno, estamos más adentro de casa, más calefaccionados y eso cambia un poco la producción de vitamina D.

Estamos más encerraditos y el cuerpo te pide calor. Ahora, calor no necesariamente es calorías, son dos cosas diferentes. Vamos a empezar a aclarar: pueden ser platos más calentitos. En nuestra mente como sociedad asociamos el guiso a un plato calórico. Es verdad, pero vamos a tratar de que el guiso tenga más vegetales que carbohidratos. Vamos a tratar de revertir, que tenga más vegetales, en proporción y menor proporción de carbohidratos. Eso ya es un guiso saludable.

Paso dos para el guiso, en vez de chorizo, ponemos unos trocitos de carne de cerdo, pollo, carne de vaca. La panceta, el chorizo, son muy buenos saborizantes, pero no son nutritivos. Si le ponemos al guiso más fibra que carbohidratos y proteínas de buena calidad, ya es un guiso saludable. 

Ahora, el otro escalón es la moderación, no es no comamos guiso, es un plato de guiso. Generalmente, el segundo plato viene por gula, porque comí rápido el primero y no lo disfruté, entonces quiero disfrutar con el segundo, pero generalmente con un plato de guiso nadie termina con hambre, salvo que haya algún otro tipo de trastorno de base. Entonces, no podemos seguir asociando al guiso como un plato prohibido, porque forma parte de nuestra cultura alimentaria. Todo lo que sea estofado, guiso, no tiene que entrar dentro de una comida prohibida. Lo que tenemos que hacer es mejorar la calidad y moderar la cantidad.

Las lentejas, los garbanzos, los porotos negros son buena fuente de hierro, de proteína vegetal, son buena fuente de hierro tal cual están. Ahora, si tengo que aconsejar a una persona vegetariana, cambia un poco, porque como fuente de proteínas son incompletas. Siempre a los porotos, las lentejas, los garbanzos, los tengo que combinar con un cereal para que sea una proteína completa. Pero es en el caso de los vegetarianos.

Una persona que no come carne puede comer legumbres o huevo en reemplazo de la carne, propiamente carne animal. El hierro, el zinc, el complejo de vitaminas B, la vitamina C, son todas micronutrientes esenciales para fortalecer nuestras defensas en esta temporada de temperaturas más bajas.

El otoño y la primavera, son justamente dos estaciones de cambio, y ventosas, y ahora hay mucho viento, mucho cambio de temperatura, y en primavera el polen, entonces, son dos estaciones donde nuestro cuerpo necesita un refuerzo para nuestro sistema inmune, para una de las dos opciones: o para que no sea tan reactivo y no produzca alergias, o para fortalecerlo y que pueda resistir a los virus. Por eso, consuman zinc, proteína, vitaminas B, vitaminas A. 

Consumir todos los días, aunque sea un cítrico. Además de los cítricos, vamos a intentar incluir también en nuestra alimentación diaria verduras de hojas verdes. Todos estos vegetales de color verde oscuro nos van a dar mucho hierro, mucho ácido fólico, mucha vitamina D, B, todo lo que estamos diciendo que va a reforzar también nuestro sistema inmune. Las grasas también, ya que las necesitamos justamente para que nuestro sistema hormonal y nuestro sistema neuroendocrino funcione adecuadamente.

No voy a recomendar el frito, pero si aceite de buena calidad, una palta, los frutos secos son necesarios también para que nuestro cuerpo tenga esta grasita de calidad y pueda resistir a la temperatura más baja que hay en el ambiente externo. Y por supuesto, proteínas de buena calidad. Las proteínas forman parte de todos nuestros tejidos.

No podemos generalizar que ahora las grasas no son malas, siempre que nos polaricemos, nos ponemos muy rígidos. Entonces, desde ahí no podemos construir salud. La clave para mantener la salud es la moderación, el equilibrio. Entonces, cuando este médico en esa nota dice, puedo consumir grasas libremente, no es cualquier tipo de grasa, hablando de grasas buenas y moderadas, que siempre han hecho bien. Pero hoy por hoy no podemos decir que podamos consumir grasas libremente, sino grasas de calidad y en su justa medida.

Y hablando de equilibrio, también es importante, para esta temporada, no descuidar el consumo de líquidos, porque empieza a hacer frío y ya no tomamos agua. Yo después quiero que mi cuerpo funcione bien y nuestro cuerpo es 80% agua. Como el agua sale muy fría y hace frío, no nos da ganas de tomar agua; recomiendo tirarle un poquito del agua de la pava o del termo del mate para que nos quede más tibiecita, por ahí, es un poco más fácil consumirla. 

Otra opción, tirarle unas gotitas de limón. El agua con unas gotitas de limón no es lo mismo que la limonada. Entonces, eso es lo que hace la diferencia. No olvidarnos de consumir agua. No olvidarnos del movimiento, aunque sea hacer gimnasia en casa o salir a caminar a la siesta, hay que cambiar el horario si se puede o buscar otra forma de mantener el cuerpo en movimiento. Además, tomar sol siempre que se pueda, eso también hace que nuestro cuerpo se fortalezca, aunque no sea estrictamente alimentario, se nutra de estos elementos ambientales también para tener un sistema de defensas más fuerte.

Hay que trabajar la inflamación intestinal, porque el intestino también influye en la producción de ciertos anticuerpos que son importantes para nuestro sistema de defensas. El estrés lo que hace es inflamar el intestino. Entonces, a partir de ahí se dificulta la absorción, se dificulta la eliminación de toxinas y eso hace que tu cuerpo no tenga un metabolismo eficiente. La salud y la enfermedad son multifactoriales, por lo que no podemos decir que sea solo la alimentación, solo el medicamento o solo la actividad física.

Hoy tenemos que cambiar esta mirada de la salud desde un concepto estrictamente físico e integrar también lo mental, la salud emocional. Entonces, tenemos que pensar en nuestro bienestar físico, mental y emocional, pero también en estos lugares donde habitamos frecuentemente: el trabajo, la familia, el círculo de amistades. Todo eso influye en nuestros niveles de salud, de estrés, de relajación, etc.

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