Daniela Jaime vive hace más de 10 años en una vivienda de Av Sarsfield, Anisacate, junto a su pequeña hija. El martes, cinco sujetos entre ellos dos mujeres, llegaron a bordo de un Fiat Palio gris y la agredieron brutalmente. Tanto, que la mujer debió ser hospitalizada a causa de las fuertes contusiones que sufrió en su cabeza y le hicieron varios puntos.
Todo sería la consecuencia de una disputa que inició hace menos de dos semanas, según la damnificada contó a RESUMEN. “Era un domingo, estábamos con mi pareja en la casa y llegaron unos tipos en un auto. Nos dijeron que eran los dueños y que trabajaban para Montilla, alguien conocido en la zona por la reventa de lotes. Le dije que eso era imposible, que me mostrara la documentación que tenían. Yo vivo en el lote 27, ahí tengo una casa prefabricada desde hace años pero tengo dos lotes más por usucapión. La supuesta documentación que tenían era del 25% de mi lote, donde vivo así que les dije que era algo imposible. De mala gana se fueron, me amenazaron y fui a la radicar la denuncia” contó la mujer, quien presentaba evidentes lesiones en su rostro.
Este fue solo el inicio de otros amedrentamientos y situaciones violentas que estos sujetos oriundos de Villa Corina, Córdoba, hicieron contra la mujer. “Después de esto volvieron, me dijeron que me iban a matar si no me iba. Fui a hacer la denuncia pero no me la tomaron”.
Ante la violenta situación, Daniela, decidió acudir al Municipio de Anisacate para informar lo sucedido, donde comprobó que alguien había abonado un impuesto. “La explicación que me dieron fue que el que llega primero paga, sabiendo y conociéndome de que yo vivo toda la vida allí”. No obstante, lo peor ocurrió este martes cuando los sujetos regresaron a la casa.
“Estaban dispuestos a sacarme e instalarse, venían dos mujeres con niños también. Les dije que se fueran que a eso lo iba a resolver la Justicia pero empezaron a golpearme hasta dejarme inconsciente. Yo había llamado a mi pareja, el llamo ala policía y también lo golpearon. Me iban a golpear la cabeza con una piedra, si el albañil no me salvaba me mataban”,contó la mujer quien decidió exponer públicamente su situación porque teme por su vida y la de su hija.
Para la policía se trató apenas de una riña y sólo les tomó las denuncias a las partes. “Ni siquiera pusieron una restricción. Ahora la propiedad es lo de menos, tengo miedo por mi hija”, concluyó.