
Se trata de Sol Nathalla López (así figura en su DNI desde que decidió realizar el trámite de cambio de identidad) y tiene 26 años. Hoy, su tiempo transcurre entre su trabajo, la labor social en Valle Alegre, sus estudios y, por supuesto, el fútbol.
¿Importa lo que diga el DNI?
Soy lo que quiero ser. De eso se trata y por eso he luchado buena parte de mi vida. De romper barreras, de traspasar prejuicios de los demás y los míos propios.
Hoy sos noticia porque jugás al fútbol oficialmente junto a las chicas, ¿cómo surgió este deportel en tu vida?
Coordino un merendero en Valle Alegre y todo se inició jugando al fútbol con los chicos, junto a las madres. Una diversión que luego trasladé con otras chicas de la zona hasta armar “Las Peques” con las que jugamos muchos amistosos. Cambié los tacos por los botines. Fijate que al contrario de lo que pudiera pensarse, antes de tomar la decisión del cambio de identidad nunca había jugado. Armamos “Las Peques” y empezamos a jugar con chicas de otros clubes como Platense, Malvinas y otros. Ahora surgió la posibilidad de representar a San Lorenzo y acá estamos, jugando oficialmente.
Y entre “Las Peques” estás vos, y ahí se armó el lío…
Y… sí. Fue todo un tema que yo entrara a la Liga. No fue de un día para el otro, estuvieron dos semanas dando vueltas con la autorización por el tema de ser “trans”; hubo técnicos que no querían saber nada, pero luego me dieron la buena noticia de que me aceptaron.
¿Cómo fue tu primer partido oficial este domingo?
Fue contra Despeñaderos, un equipo fuerte. Perdimos, pero me divertí muchísimo.
Hacia adelante
Sol alterna en el equipo entre el arco y la punta derecha del ataque. Cuenta que le gusta más jugar de delantera, que allí siente más la adrenalina del juego. Pero como dijimos, el fútbol es sólo una parte de su presente.
¿Como esquivás aquello de “voy a ir a la cancha a ver a la trans que juega al fútbol”? ¿Te molesta?
No me molesta para nada. Yo decidí ser lo que soy. No jugar al fútbol cuando era chico y decidir hacerlo ahora que soy trans es algo medio raro, pero bueno, fue tomar una decisión que implicaba romper barreras y hacerle frente al machismo de muchos. Pero me decidí y acá estoy, haciendo lo que me gusta, sin hacerle daño a nadie y disfrutando.
Mucho más que fútbol
Fue una de las primeras en Alta Gracia en tomar la decisión de cambiar de identidad. Lo que considera un paso importante en su vida, aunque aclara que “la ley de identidad solucionó sólo una parte de la problemática. Hay cuestiones sociales que afectan a los trans que no están cubiertas desde el Estado y hay muchas que están a la deriva. Debieran implementarse más programas y hacer una ley más completa”.
A los 13 años, Sol dejó su casa y salió a la vida a buscarse a ella misma. Eso la llevó por distintos caminos, que no siempre disfrutó. No duda en decir: “Hice la calle para poder sobrevivir y tener un techo propio”, y aclara que no lo volvería a hacer nunca más porque la pasó muy mal.
Hoy su realidad va por otro lado: el trabajo social, la militancia, su trabajo, sus sueños de recibirse de peluquera y, claro, el fútbol.
El domingo debutó oficialmente en la Liga Femenina de Alta Gracia, pero como quedó claro, es sólo una parte de su historia de vida.
Por «Toto» Gamero
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