Las fiestas al aire libre volvieron a ser noticia este fin de semana en el valle de Paravachasca. Potrero de Garay y los famosos encuentros a la vera del lago, regresaron – para malestar de los vecinos- y dejaron sus consecuencias.
Cientos de jovenes- y no tanto- arribaron en motocicletas, vehículos cuadriciclos y demás rodados, y se amanecieron al ritmo de la música. Tragos, baile y un poquito de todo, pudo verse hasta este domingo y lo que el día después dejó fue basura y más basura.
Así mismo, el caso es que con esto vuelve a ponerse en tela de juicio el acatamiento o no de los protocolos. ¿Distanciamiento? cero. Barbijo… igual. Una postal similar aunque de menor magnitud, la que también pudo observarse en Los Aromos.
Y es que con la llegada de la primavera, los festejos se hacen eco. Era de preverse, si se quiere, pero… ¿y los controles?. ¿Acaso pasó desaparcibido un encuentro en donde hacía hasta kiosco de bebidas?. ¿Y la música?. En fin…
El problema, según los vecinos, fue también la presencia de menores de edad alcoholizados. «Vendian alcohol a chicos de cualqueir edad, era un descontrol», aseguraron.
A decir verdad, la cosa estaba bien organizada y hubo hasta refuerzos de colectivos. También, hubo presencia policial en el lugar y la crítica no radica aquí sino en tratar de descifrar su en realidad ya es todo libre albedrío. ¿Llegó el fin de los protocolos?.
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