
Corría el año 1965 cuando se recibieron los primeros de un grupo de odontólogos de todo el país en la prestigiosa Facultad de la UNC. Otros, llegaron a tener su diploma en los dos años sucesivos.
Varios terminaron ocupando importantes cargos en la misma facultad, otros se dedicaron a la profesión en forma privada; y algunos viajaron al exterior para seguir formándose en prestigiosas instituciones o convocados por la necesitad de profesionales en países, como España, en los que aún no se contaba con un ateneo similar.
Roberto Brunengo (padre), uno de los odontólogos más reconocidos de nuestra ciudad explicó a RESUMEN que año tras año, desde hace 52 organizan una juntada de tres días en distintos puntos del país, “para vernos, saber de nuestras vida, contarnos anécdotas y recordar aquellos años de la facultad”.
Acostumbrados a recibir contingentes de profesionales para congresos y charlas académicas, es inusual ver a más de cuarenta hombres y mujeres unidos por el común denominador de la odontología, cruzar océanos, tomar aviones, autos, colectivos y reunirse para seguir sumándole historias a su vida y compartir tres días de fiesta. “Ahora es más simple, con los mails el whatsapp y las redes sociales y además el trasporte. Pero hace cincuenta años atrás nos manejábamos con cartas, llamadas internacionales y cómo podíamos”.
El resultado de ese encuentro es un video en que se van sumando fotos viejas e imágenes nuevas; lejos de quedar en suvenir para pocos, el video fue proyectado en distintas facultades de Argentina y España, justamente para rescatar esa camaradería y el orgullo de la profesión: “Todos los años, organizamos para el sábado a la noche un evento temático; con sombreros, trajes de españoles o como hace unos años atrás en Mendoza con mariachis”. Este año el punto de encuentro fue nuestra ciudad, y hasta ayer se alojaban en el Sierras Hotel unos cuarenta amigos, algunos acompañados de sus parejas para la fiesta. “Ya tenemos todos más de 75 años, hijos, nietos y algunos bisnietos. Por ahí se les hace más complicado a algunos moverse, por salud, compromisos o simplemente logística, pero siempre logramos organizarnos. Valoramos mucho esos años de estudio y el prestigio de nuestra profesión. Ese valor nos une, a pesar de que hablamos de todo, menos que de dientes” concluye Brunengo.
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