Liliana es oriunda de Chaco y allá tiene a gran parte de su familia. Su hermana quien es docente fue el motor que despertó en Baladrón estas ganas de ayudar. Su hermana luego de las inundaciones se unió con otras maestras de la localidad y empezaron a ofrecer su ayuda en un merendero que recibe a 90 niños a diario. Al relatarle la situación del chaco a su hermana comenzó este viaje que no pretende tener fin.
El viaje a Chaco Liliana lo realizó junto a su marido siguiendo al camión que transportaba todo lo recolectado y lo que ella con su dinero había podido aportar. Durante el viaje manejaron 9 horas bajo lluvia intensa pero lograron llegar en perfectas condiciones.
“Al llegar los nenes me preguntaban si yo era un ángel, me pedían que me sentara con ellos, me tenían de acá para allá. El merendero es una cocina con una pieza pequeña, los niños tienen tablones afuera y allí es donde se les da la merienda. Cuando llegamos el agua que estaba en el piso ya se había secado un poco, lo que había era muchísimo barro”, expresó Liliana mientras contaba orgullosa la experiencia que vivió.
La idea siempre fue poder ayudar a la mayor cantidad de gente posible, si bien el merendero era el objetivo principal hicieron un recorrido casa por casa dejando algunas provisiones. Las maestras tenían un listado en donde se encontraban las casas con mayores pérdidas y en las que vivían adultos mayores y niños; éstos estaban primeros en el orden de prioridades.
“Todos los niños están descalzos, miradas lejas, caras tristes. Se ponían muy felices con algo que no me lo esperaba, después de la merienda se acercaban a las seños o a quien estuviese en la cocina y le pedían su ‘regalo’. Le pregunté a una seño que era y me dijo ..»se llevan un huevo duro a su casa”. No podían estar más felices, no lo puedo explicar”, le comentó Baladrón a RESUMEN.
La situación en la zona se divide en dos, en personas que tienen mucho y otras que no tienen nada. “Vi a los chicos comerse las colas de las higuanas crudas”. Relatos de Liliana que te mueven el corazón y te ubican en panorama ajeno al que vivimos día a día, aunque a veces no es necesario irse tan lejos para encontrar necesidades, uno siempre lucha por su lugar y su familia.
La buena noticia es que Liliana no se rinde y quiere realizar nuevamente una acción solidaria con esta localidad pero esta vez con insumos escolares, lápices, cuadernos, libros. Ya que las maestras le contaban que algunos niños no van a la escuela porque no tienen nada para llevar o por el simple hecho de que algunos llevan todo y se avergüenzan de no tener con que escribir.
Seguramente ya tendremos mas información de cuando será la nueva salida, lo positivo es que hay muchos interesados en ayudar. Los vecinos ya están haciendo colectas para aportar cuando sea el momento.
Comentarios: