Pasaron apenas cuatro meses de la muerte de Leandro Vargas y, para dolor de su familia y cercanos, en las ultimas horas la vivienda de su homicida, Mario Chavero, volvió a ser habitada.
El caso causó conmoción a nivel provincial y fue primicia de RESUMEN. El joven albañil de Villa del Prado fue apuñalado cuando enfrentó a su vecino- cansado de que éste le robara- y recibió un corte certero a la altura del cuello, lo que provocó su deceso a los pocos minutos. Indignados, familiares, amigos y vecinos tomaron justicia por mano propia y atacaron la casa de Chavero, incendiándola, lo que provocó la intervención de las fuerzas policiales quienes debieron sacar escoltada a la familia del detenido para que la situación no se tornara aún mas violenta. Lo que se vivió aquella noche fue descrito por los mismo vecinos como «un verdadero infierno» y desde entonces sólo quedaba el mal recuerdo.
Sin embargo, por estos días la casa volvió a ser habitada y eso, sin duda, removió el dolor de Andrea, pareja de la víctima con quien tenía dos hijos pequeños. «La verdad es que siento mucha bronca, impotencia de no poder hacer nada. No se que clase de gente es tampoco, si fuera por mi los correría pero sola no puedo hacer nada», expresó la joven a RESUMEN, quien cree que los nuevos habitantes son familiares del homicida de Leandro.
Así mismo es importante remarcar que era algo que podía suceder tarde o temprano. Más allá del trágico hecho, y al margen del mismo, la familia de Chavero parece haber retomado posesión de un bien que les pertenecería, su vivienda en este caso. De todos modos, esto no deja de indignar a gran parte de la población, quienes aseguran que «son gente de mal vivir» y temen que con el tiempo una nueva tragedia vuelva a desatarse. No hay que olvidar, por otro lado, que dicho inmueble se ubica a escasos metros de la casa de Andrea quien hoy vive sola junto a sus hijos.
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