Vecinos y amigos del matrimonio que está a punto de ser desalojado por los religiosos de la orden de los Salesianos se reunieron en en un abrazo solidario en torno a la pareja como forma de manifestarse en contra de la orden de dejar la vivienda que pesa sobre ellos.
Rubén Sánchez a lo largo de cinco décadas, trabajó para los padres salesianos cumpliendo distintas funciones (desde lavandero hasta cocinero, pasando por cuidado de enfermos y otros menesteres). Hoy, argumentos legales hacen que desde la congregación le exijan que deje la casa que construyó con sus manos dentro de los terrenos del oratorio.
«Me llegó una orden de desalojo, pero nadie vino a cumplirla. Lo que creo es que fue más una advertencia del abogado de los sacerdotes que una orden de la fiscalía», dijo Sánchez, emocionado ante el apoyo de vecinos, familiares y amigos.
Pasadas las 19 del viernes, la concurrencia se reunió frente a la vivienda del matrimonio Sánchez para luego ir hasta el portal de ingreso del noviciado al grito de «el salteño no se va» y pidiendo por la presencia de alguno de los religiosos, cosa que nunca ocurrió. Posteriormente, la columna de vecinos marchó hasta la esquina de Concejal Alonso y Tucumán donde realizaron un corte parcial de calle frente al oratorio.
Si la situación legal continúa, se prevé una nueva manifestación similar el viernes de la semana que viene.
Ante el requerimiento de la prensa, desde la orden religiosa se mantiene silencio respecto al tema.
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