El 17 de julio de 2008, la Cámara de Senadores de la Nación sería testigo de uno de los mayores desplantes internos que pudo tener el Gobierno nacional: el voto NO positivo de Julio Cobos, al Proyecto de retenciones del campo encabezado por Cristina Fernández.
Cobos era por ese entonces nada más y nada menos que vicepresidente de la Nación, por lo que no se esperaba que votara en contra de una iniciativa impulsada por su mismo equipo de Gobierno y, por la entonces Presidenta Cristina Kirchner.
Julio Cobos tuvo la responsabilidad de desempatar la votación de la ley que buscaba aplicar un sistema móvil para las retenciones a las exportaciones de soja, trigo y maíz y que había finalizado a 36 – 36.
Desde que expresó «mí voto no es positivo» de ganó la enemistad de todo el kirchnerismo y hubo quienes pidieron su renuncia inmediata. Sin embargo, el mendocino se mantuvo firme hasta su último día de gestión.
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