Se cumple un mes de la muerte de Jorge Fernández: accidente, negligencia y dolor

Este 19 de abril se cumple un mes de la muerte de Jorge Fernandez, vecino de Anisacate que en la noche del 5 de marzo, y mientras manejaba un Renault 11 por ruta 5, fue embestido por quien iba al mando de un Fiat Toro, a la altura de Anisacate. (Nota relacionada)
Jorge viajaba acompañado por sus dos nietos menores de edad y su nuera. Todos resultaron con diferentes lesiones; aunque, en principio, parecía tratarse de contusiones leves de menor magnitud pero, con el correr de los dias la salud del hombre se complicó y su familia se lo atribuye a la mala atención que recibió desde el principio.
«Acá hay muchos culpables, como el conductor de la camioneta que venía haciendo una maniobra ilegal, el Hospital de Alta Gracia que no le quiso hacer los primeros auxilios esa noche porque el tenía obra social Y después cuando lo llevan al Sanatorio sin hacerle ningún estudio le pusieron un calmante y lo mandaron a su casa. Dos días después del accidente él se descompuso en su domicilio,  lo llevan de urgencia al Sanatorio y le encuentran cuatro costillas fracturadas, hemorragia interna y un pulmón colapsado. Entonces ahí lo llevaron inmediatamente a terapia intensiva para estabilizarlo y poder hacerle cirugía», explicó Camila, nuera del fallecido quien la noche del accidente viajaba en el auto.
La salud de Jorge se fue agravando. Fue inevitable inducirlo a un coma farmacológico al notar los médicos que tras la intervención estaba débil y con uno de sus pulmones complicados. «Pero a él después le dieron el alta, así de la nada porque supuestamente estaba bien pero  le costaba hasta hablar. Sus pulmones no terminaban de trabajar y unos días después del alta se volvió a descomponer en su casa, lo llevaron de urgencia al Sanatorio y  finalmente falleció de un paro cardíaco», añadió la mujer. Sostiene que la muerte de su suegro podría haberse evitado si se actuaba de inmediato y afirma que en el hecho, culpables «hay de sobra».
«Él ya no va a volver pero a nosotros nos arrebataron, un abuelo, un padre, un marido, una excelente persona trabajadora, buena, generosa», culminó.

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