Por Maximiliano Molina
Al final de cada juego, los jugadores del AGR pueden mirarse a la cara tranquilamente. Sencillamente porque no se guardan nada, absolutamente nada. Terminan totalmente agotados física y psicológicamente por ser inferiores en el juego, pero esto no empaña la enjundia y coraje que ponen a lo largo de ochenta minutos.
La máxima división del rugby cordobés pega duro. Y ahora será el momento de ver de que está hecho este plantel; teniendo en cuenta que estaban acostumbrados a los triunfos cada fin de semana; y este año, si logran alguno de ahora en más, será como un campeonato.
“Les costará, pero es la única manera de crecer, chocando y jugando con los mejores equipos. Además, debo destacar que Alta Gracia nunca hizo nada raro ni actuó fuera de reglamento a pesar del resultado. Eso realmente es para destacar, ahí te das cuenta la clase de equipo que es” dijo al final del juego, nada más y nada menos que Ramiro Pez, capitán y figura de La Tablada. Ese mismo que vistió por tantos años la camiseta de Italia y que tiene muchísimos partidos internacionales de primer nivel en la espalda.
Esas cosas son las que deben gratificar y las que deben dar fuerzas para seguir por esta senda. De entrenar, aprender e intentar hacer lo mejor posible cada fin de semana ante equipos superiores.
Con respecto al juego del último sábado 18/5, Alta Gracia se puso en ventaja al minuto de juego con un penal por 3 a 0. A partir de ese momento, todo cambió. Cada vez que agarraba la guinda La Tablada, había olor a try. Convirtió varios y terminaron el primer tiempo 3 a 52. En la segunda parte, el visitante redondeó el resultado y dio una verdadera lección.