El profesional dialogó con el equipo periodístico del programa radial «Todo Pasa» de FM 88.9, en una emocionante entrevista en la cual contó sus experiencias durante tres meses en la guerra de Ucrania-Rusia.
«Se cayó una propuesta de trabajo que tenía en Irlanda, no era lo que habíamos arreglado y un conocido de Calafate que tiene doble nacionalidad -ucraniano/argentino- me ofreció ir a dar una mano, pero yo pensé que iba a ir a trabajar a un hospital» comenzó su relato.
López relató que viajó con su amigo cruzando toda Europa hasta llegar a Ucrania. Su colega volvía a su país para ayudar a su hermano. Al llegar a Ucrania, los soldados que lo llevaban le pidieron que apagara el GPS del celular e incluso en un momento, le taparon los ojos. Cuando pudo activarlo en su celular, descubrió que estaba a 6 kilómetros de la frontera con Rusia. Se comunicaba cada cinco días con su familia y había alertado a un amigo, al cual le dijo «Si pasan quince días y no te hablo, avisale a mi familia».
Entre sus historias, manifestó emocionado que «Me ví unas siete veces cerca de la muerte en tres meses. Y siempre que zafaba, me decía ´ésta es la última, me vuelvo a casa´. Y siempre aparecía alguien que me alentaba a quedarme una semana más y volvía a pasar y cada vez era peor».
El enfermero, narró que fue directamente llevado al peor sector de combate: asistía tanto a soldados como a civiles que huían de la zona y él junto a otros voluntarios los ayudaban a salir del país e irse a Polonia. «Quedaban muchos ancianos o personas enfermas que no querían dejar sus viviendas. Por lo general trasladamos personas jóvenes o los hijos e hijas de estos adultos mayores que no querían irse. En total salvamos más de 150 ucranianos».
Con respecto a los insumos, aseguró que tenían los insumos, que les llegaban las donaciones, la problemática era la higiene, la falta de agua.
Sobre los soldados ucranianos, expresó: «No tienen táctica ni experiencia militar, el pueblo ucraniano pelea con el corazón, por sus ideales, por sus tierras». Sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania, explicó: «Una mujer de origen ucraniano cuyo marido era ruso pero ambos vivían en Polonia para no tener problemas, le dijo: ´este es un conflicto que viene de hace años y Rusia lo hace para demostrar que tiene más poder».
En una de sus historias, el joven declaró que se habían ocultado en un sótano junto a otros soldados y que el sitio fua alcanzado por una bomba que destruyó parte del techo. En esos instantes, él pensó que se acercarían soldados rusos, arrojarían una granada y matarían a todos, hecho que no ocurrió. También afirmó que un soldado le dijo que no expusiera la cruz roja que tenía en el pecho, porque iba a ser el primero al que mataran.
Hace tres días que regresó a Alta Gracia y se despierta cada tres horas, ya que durante los últimos tres meses, se despertaba por una cosa o por otra en ese periodo de tiempo. «Lo que más me llamó la atención aquí, es el silencio. Saqué el perro a pasear y no podía creer el silencio, la paz que hay en esta ciudad».
En uno de los últimos rescates, se quedó en Polonia. Colaboró durante una semana en un centro de refugiados hasta que hizo las gestiones ante el Consulado de Argentina en Polonia, donde lo ayudaron a viajar a España. Allí también le colaboró el Consulado de Argentina en España para poder volver a la Argentina.
Comentarios: