Fueron más de 80 días los que los gastronómicos estuvieron sin poder trabajar. Un parate económico que cada vez se hacía más difícil de sobrellevar y que dejó contra las cuerdas a más de un emprendedor del rubro. Siendo, sin duda, uno de los sectores más golpeados en esta pandemia.
Pero siempre que llovió paró, suelen decir, y el ansiado día llegó. Este jueves bares y restaurantes de la ciudad volvieron a abrir sus puertas y RESUMEN, en un amplio recorrido, visitó las diferentes cafeterías y casas de comidas para tener un reporte real acerca de la oferta y la demanda de ese primer día. El cual, cabe destacar, esta sujeto a un estricto protocolo de salubridad establecido por el COE central hasta tanto la flexibilización siga avanzando.
A nivel general, la respuesta en las cafeterías fue más que positiva. «La gente estaba ansiosa por salir y eso se notó», expresaron, por ejemplo, desde el legendario «Café de los Viejos Tiempos» al igual que del bar «La Misión» donde aseguraron que por la mañana las mesas estuvieron repletas. «Bonafide» también tuvo lo suyo con una gran convocatoria a la hora de la merienda.
Si hablamos del almuerzo o la cena, la mayoría de los restaurantes abrió sus puertas de cara al fin de semana. Es decir, si bien fueron varios los que ya tenían sus mesas listas para recibir a la clientela, otros tantos optaron por aprovechar este primer día para reordenarse y prepararse de lleno para el viernes, sábado y domingo. Días en los que esperan «el plato fuerte», el grueso de los comensales.
Con protocolo en marcha
Respecto al acatamiento a las medidas del COE, en Alta Gracia los establecimientos gastronómicos se acondicionaron para «que no les falte nada». La carta manual fue reemplazada por el formato digital o estuvo expuesta en atriles, el distanciamiento de las mesas se vio bien marcado y en algunos casos hasta colocaron mamparas.
La disposición de alcohol en gel para los clientes y la higienización de manos y pies en varios comedores, fueron otros de los distintivos de esta primera noche. Pero, sin duda, el registro de clientes y la toma de datos personales en el ingreso fue algo para destacar. «Se toma el nombre de quienes llegan, se los agrega a una lista para tener un reporte de que mozo los atendió, en que mesa y cuantas personas eran«, explicaron desde el coqueto restó «Oslo», uno de los sitios donde tuvieron que capacitar al personal para que pudiera atender bajo estas nuevas medidas.
El delivery sigue en pie
Si bien hubo muchos locales que no pudieron competir con los bajos precios de quienes en esta época de aislamiento optaron por cocinar y vender desde sus casas, otros han resistido sólo a través de ellos: los deliverys; por lo que su continuidad sigue siendo el único seguro. En este sentido, en la mayoría de estas casas de comidas coincidieron en que la modalidad delivery, como la de take away (en el caso de Herencia por ejemplo), seguirá en pie.
Gran expectativa en las reservas
El COE estableció trabajar con reservas para evitar la aglomeración de personas y que se pueda atender a un número reducido de comensales. En casos como el de la «Casa de Juan Pedro», populoso Pub Restó de la ciudad, donde anticiparon que la apertura será mañana viernes, la respuesta fue rápida y aseguraron que ya no hay más lugares. «Las reservas fueron todas cubiertas», dijeron.
En ese orden, se van acomodando la mayoría de los restaurantes. Aclarando que en el caso de que las reservas no sean completadas y los clientes se acerquen al local, van a poder ingresar a comer sin problemas.
Hoy fue el volver a romper el hielo y la reapertura fue con cautela, pero la apuesta está en el fin de semana, cuando se espera el verdadero movimiento.