«El programa tiene 3 o 4 ejes, el primero es que es lo que significa jugar compulsivamente o responsablemente. Se trabaja en la prevención primaria y secundaria. Después tiene a disposición de la gente un régimen de autoexclusión, que es la posibilidad de autoexcluirse voluntariamente de las salas de juego. El 30% de quienes firmaron renovaron la autoexclusión. La autoexclusión a los Casinos es eficaz y es útil», señaló el doctor Raúl Quiroga, quien está a cargo del programa «Juego Responsable» de la Lotería de Córdoba.
Respecto de las personas que sufren la «negación» de la enfermedad, típica en este tipo de adicciones al juego, Quiroga indicó: «no se puede hacer nada si un enfermo no quiere tratarse, por eso el tratamiento debe ser voluntario. Si usted tiene un comportamiento adictivo y no lo quiere resolver no se va a insertar ni en este ni en ningún otro programa que combata las adicciones».
El camino del familiar
Los familiares que deseen excluir de las salas de juego a sus seres queridos, que por negación de la enfermedad no quieran autoexcluirse, pueden hacerlo yendo a la Unidad Fiscal más cercana e indicando que sus parientes enfermos están poniendo en riesgo el patrimonio familiar: «en ese caso el fiscal de turno libra un oficio a la Lotería indicando que a esa persona hay que inhibirla de ingresar a la sala».
Sobre las personas que no recurren a la autoexclusión, el profesional a cargo del programa indicó: «recurren a Alcohólicos Anónimos, o a Jugadores Anónimos que realmente juegan un rol muy interesante».
Casino «inofensivo»
Respecto a la presencia de los Casinos en las afueras de la Capital Provincial y su incidencia en la elevación del número de casos, el facultativo consideró que no era relevante y no causaba un aumento en las adicciones: «en Barcelona hicieron un estudio y se demostró que los jugadores no juegan por las luces o el confort, juegan para perder. Esta demostrado que quienes juegan lo hacen porque tienen un trastorno de base, no porque el Casino los incentive».
Sin embargo, Quiroga no consideró que se puedan poner límites al uso de las tragamonedas, principal recaudadora de las salas de slots, como si se lo hace al consumo de alcohol o tabaco (es decir, indicar que se puede consumir solo una cantidad y que es dañino a la salud).
Quiroga tampoco consideró útil hablar de «la cifra negra», entendida como las personas que nunca quedan registradas en las cifras oficiales porque no han pedido asistencia, ya que consideró que no se pueden cuantificar.
Ver también: https://www.resumendelaregion.com/ludopatia-un-flagelo-que-preocupa-en-alta-gracia/
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