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Rapdolfo: «La verdad en nuestras letras»

El grupo de jóvenes artistas ofreció una entrevista donde hablaron de cultura, derechos, y abusos en la sociedad.

Una “familia”, así se definieron los integrantes de Rapdolfo el sábado pasado en el programa emitido en la mañana de Radio-H. Es difícil correr la definición de ese lugar, los y las participantes del grupo realmente se comportan como familia.

En un estudio de radio, sobrepasado por la cantidad de miembros, comentan: “Somos como 20 personas, que buscan promover toda la movida del arte. La cultura nos unió como familia, es la unión que nos generó nuestro gusto”.

La inclusión social, la divulgación de Derechos Humanos, la defensoría de los jóvenes, el día a día, el activismo cultural, y decenas de aristas más, son las que forjan a Rapdolfo. Todo comenzó como un proyecto escolar donde se puso en disputa los prejuicios que sufren los jóvenes en determinados espacios.

La educación y el respeto como bandera, es un concepto que estos jóvenes dejan en claro, no son una opinión sin fundamentos, son palabra autorizada, la voz de los jóvenes interpelando el espacio cultural y social. Piensan, sienten, se comprometen y ponen el cuerpo. El sábado 23 de marzo, no es un día más para Rapdolfo, se encuentran ante un micrófono, en una radio, el mensaje es claro: “La Memoria”, en vísperas de un 24 de marzo que se avecina.

Promotores de derecho:

“Queremos destacar la libertad  de expresión, a veces nos sentimos privilegiados por poder hacer lo que hacemos, pero fechas como el 24 de marzo nos recuerdan que hubo personas que no pudieron expresarse y es triste. Si lo que hacemos, lo hubiéramos querido hacer en época de dictadura, no hubiéramos podido seguramente”, comentan los integrantes del grupo.

Los chicos hablan a través del Rap, pero no solo lo musical fluye en sus venas, hay lectura en cada uno de ellos, no solo de los libros que devoran, sino una lectura de la calle, de una participación activa de la realidad social. Son filósofos clásicos, admiradores del arte, y reflexionan: “Es importante recordar lo que paso para poder evolucionar”.

Así dan el salto y encaran la cancha para hablar sobre la libertad de expresión, y reflexionan sobre la censura que hoy habita en nuestra sociedad. “Tenemos una libertad bastante enjaulada. La libertad que tenemos es como tener alas adentro de una jaula”, reflexiona Nacho de Rapdolfo, para dar cuenta de que “tenemos ciertas limitaciones y siempre intentamos ir en contra de ellas”.

El grupo se sale de los límites establecidos, pone voz allí donde otros quizás prefieren callar, advierten sobre la censura social y mediática y declaran que “no se promueve lo nuestro en los grande medios, la tele muestra lo que quiere mostrar y no lo que verdaderamente paso”. Por eso utilizan el arte como medio para contar lo que viven, en sus letras, en sus ojos: “Yo intento hacer eso en mi música, de las puertas para afuera somos unos pendejos más, pero nosotros decimos lo que pasa. Eso nos complementa como artistas, porque te quieren bajar a los palazos y seguimos parados”.

“Nosotros estamos haciendo arte y quien se quiera expresar tiene las puertas abiertas. Lo que estamos buscando es que la música, el arte callejero, se pueda ver y tenga una visión buena de la gente. Buscamos expandir el arte en Alta Gracia, que se conozca y se apoye, porque nosotros no recibimos nada a cambio, lo hacemos a puro corazón, eso es lo que buscamos, ser una referencia local”, destacan.

Respeto  al otro

Los prejuicios hacia la comunidad del rap, y hacia los jóvenes forman parte de lo cotidiano para Rapdolfo; ponen en palabras la experiencia en carne propia de lo que denominan “Portación de rostro”.

“Nosotros podemos decir lo que queramos arriba de un escenario, o cuando nos invitan a algún evento, pero camino a casa nos avala nuestra propia fuerza de voluntad”, dice Nacho compungido, haciendo referencia al abuso policial que ellos advierten.

Sombra, otro de los integrantes, profundiza aún más: “Una cosa es estar en una plaza o en un estudio, pero otra cosa es la vuelta a casa. Yo vengo de un barrio jodido, la mayoría de nosotros viene de barrios así, y por tener el rostro que uno tiene sufrimos muchas consecuencias en la calle. Eso nos afecta mucho, esa secuencia nos lleva a mostrar la verdad en nuestras letras, es dura la vuelta a casa”.

Sin dudas este trato desmedido y prejuicioso, afecta a los chicos que, con mucho esfuerzo, buscan promover el arte en todas sus facetas por la ciudad y el mundo. “Nosotros somos personas, vayan con el respeto, si tratas con respeto te van a respetar”, comentan los jóvenes músicos.

Rapdolfo también le habla a los jóvenes, a aquellos pibes y pibas del barrio que transitan por nuestra ciudad: “A los pibes de los barrios, que se cuiden, busquen la salida a través del arte que es un hermoso método de expresión. Apoyen lo local, porque esa gente lo hace por amor y es lo que los salva. Seamos una ciudad más unida”, finaliza Sombra uno de los integrantes más grandes del grupo.

Rapdolfo y el mundo

A lo largo de su trayectoria realizaron distinto material audiovisual. En una oportunidad fueron capacitados como Promovedores de Derechos, para poder disertar por la Defensoría de los Derechos del Niño, llevando a cabo encuentros culturales en barrios marginados de Córdoba Capital. Juntando ese material, la coordinadora de Rapdolfo, “Mané”, una de las docentes impulsoras del proyecto viajó a Cuba y presentó el material en un congreso de pedagogía, donde recibió distinguidos elogios por lo logrado.

Sin dudas los pibes son un pilar importantísimo en la nueva generación. Espacios como Rapdolfo sacan de la encrucijada aquellos prejuicios de estereotipos, o rechazo cultural, y alzan la voz por los derechos, se comprometen con sus pares, abrazan el estudio y son parte de la extensión educativa al volcar sus conocimientos en la sociedad. Transitan un camino de cambio social, en busca de un mundo mejor, unidos como lo que son: una familia.

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