
Fue en 2010 cuando desde el Museo Ferroviario y con el apoyo de la Municipalidad se decidió rendir homenaje a este árbol del cual se dice, tiene más de 300 años y 30 metros de alto.Por suerte, y por ahora, tratándose de Alta Gracia, la especie sigue estando.
Lo que no está, efectivamente, es el cartel; digamos, el homenaje, el reconocimiento. Y es que empecinados en negar la propia historia, destruimos lo que nos representa, rompemos con nuestro origen y le damos la espalda a nuestra identidad.
Este Prosopis Alba, más conocido como algarrobo, fue testigo de la llegada del tren en 1891, de la construcción del Hotel Quinta La Florida en 1921 y su posterior desmantelamiento en 1964 entre otros tantos hechos (que estaban detallados justamente en el cartel).
¿Será que ha visto tanto que ahora prefiere callar? ¿Habrán sido los vándalos quienes lo dejaron sin las palabras que enseñaban su historia o la idiosincrasia de esta ciudad tan acostumbrada a renegar de sus raíces?
Ahora el coloso Prosopis Alba tiene sólo un cartel pegado (muy pequeño, casi que pasa inadvertido) que indica: “Cuidado con el perro”.
Bueno, al menos tiene un guardián.
Comentarios: