El sábado a las 7 de la mañana, un colectivo de una empresa turística transitaba por la Avenida Belgrano y el chófer decidió doblar por la Prudencio Bustos. Cae de maduro que no es el recorrido más favorable para un vehículo de tal porte… aún así el chófer decidió que había que hacerlo y como la maniobra no era fácil, se subió a la vereda y arrancó un canasto de basura.
¿Cómo terminó el asunto? Se fue, siguió su tour y el canasto quedó ahí tirado. Más que hablar de turismo sustentable, habría que empezar por un turismo cuanto menos «responsable». Y por lo menos con los bienes públicos.
Según informó Mario López a RESUMEN, los inspectores de tránsito lograron detener el colectivo y labrar las actas correspondientes.
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