Desde hace 8 meses se encuentra “en cartera” en el Concejo Deliberante un proyecto que nació desde “Emprendedores Solidarios”, un espacio creado por el instituto Manuel de Falla que lleva adelante distintas actividades. Mediante este proyecto, los jóvenes buscaban transformar la Plaza Mitre en un polo social, deportivo y cultural; y para ello, promovían iniciativas de distinta índole, como la creación de bustos recordando a grandes personajes de la ciudad y la instalación de un gimnasio urbano, entre otras cosas. Si bien todo marchaba en el Concejo (con demoras, pero marchaba), esta semana se conoció que el gimnasio será aprobado la semana que viene, pero el agregado que se hizo al proyecto donde se pretende instalar el busto del “Gordo” Luppi pasará a Comisión, para que distintas áreas municipales analicen si es conveniente o no que se instale en ese lugar.
Los ediles de UPC dan distintas explicaciones al respecto: “Decidimos hacer el desglose del expediente. Por un lado, la parte del gimnasio que se va a aprobar la semana que viene y que nos parece importantísimo; y por otro, la del busto, que deberán analizar distintas áreas”, dijo Jésica Heredia. Agazzi, por su parte, coincidió con la mirada de su par y también resaltó que lo está analizando Legislación General. “Una parte del proyecto nos parece muy interesante, la del gimnasio, incluso en relación a ésto pensamos adaptar los baños de la plaza para personas con discapacidad; y también hablan de que quieren colocar un busto de un militante del radicalismo; eso será derivado a distintas áreas”, manifestó. Sin embargo, bajo la decena de explicaciones que se recolectaron esta semana en el recinto, se puede leer otra cosa. ¿Será que los egoísmos políticos le ganaron a la objetividad? A pesar de que el escrito presentado resaltaba la imagen del Luppi docente y no político o militante, la realidad indica -de manera más que clara tras algunas explicaciones- que no se entendió o no se quiere ver.
Extraoficialmente se supo que la negativa no sólo tendría que ver con el hecho de instalar el busto en el lugar; sino que también se relacionaría a “devolver el favor” o “darles de tomar de su propia medicina” a los ediles radicales, negando este proyecto que supuestamente revalorizará las raíces de la UCR “cuando ellos se opusieron a colocarle el nombre de Ferrari a la calle Cervantes en barrio Villa Oviedo”, habrían dicho algunos justificando su actitud.
A las pruebas me remito
El expediente Nº 741/1/2017 ingresó a fines del año pasado directamente al Concejo Deliberante, quien decidió por unanimidad girarlo al Departamento Ejecutivo; decisión que se puso en marcha a principios de este año debido al receso de verano. El 26 de marzo, el proyecto completo -solicitando la puesta en valor de la plaza- fue derivado a la Secretaría de Infraestructura por pedido del Intendente para cumplimentar con lo solicitado por el Concejo. Días después, más precisamente el 19 de abril, la Secretaría fue contundente con su respuesta: “Atento lo solicitado por el HCD, esta Secretaría comparte el criterio de diseño que las profesionales han planteado, en Fs 8 de la memoria descriptiva para el diseño de dicha plaza y ve como positivo la realización de dicho proyecto. Pase a Secretaría de Gobierno para que tome conocimiento y de curso”. Posteriormente esto fue girado al Concejo, donde algunos ediles de UPC decidieron desdoblarlo y prácticamente dejar sin efecto la colocación del busto, debido a que intentan que vuelva a deambular por los pasillos municipales, cuando ya se le ha dado el Ok correspondiente y haciendo caso omiso a que el Departamento Ejecutivo está de acuerdo con lo solicitado.
¿Y si hacemos que parezca un accidente?
Más allá de que la imagen del “Gordo” guste o no, sea adecuada o no en ese lugar, hay otras cosas que subyacen esta decisión y que tampoco han sido tenidas en cuenta. Por un lado, que el busto ya está listo (lo hizo el artista Julio Incardona); por otro, que la familia estaba al tanto del proyecto y esperando que se concrete, que “Emprendedores Solidarios” habría informado sobre las intenciones de “ganar ese espacio público abandonado” al municipio y que éste apoyaba su concreción, y por supuesto, además, que nadie puede negar la trayectoria de Luppi. En fin, muchas circunstancias que no han sido valoradas a la hora de tomar esta decisión. ¿Vuelve a interponerse el capricho al raciocinio más elemental? Se sabrá más adelante, cuando las pruebas determinen si ganó el “que parezca un accidente”, o si primó el bienestar de la gente.