La nota publicada en la última edición en papel de periódico RESUMEN generó algunos cambios en un sector de barrio Pellegrini/Sabattini que comenzaron a notarse el mismo viernes. La Guardia de Infantería apostada en el lugar y un minucioso control a jóvenes que ya tienen varios hechos en su haber, provocó que, al menos las primeras noches, los vecinos vivieran una tranquilidad fuera de lo común.
Concejal Barbeito, calle que divide bario de Pellegrini se ha convertido en una zona que nadie quiere frecuentar, ni caminando, ni en vehículo: “Ni los familiares quieren venir a casa, porque rompen y roban los vehículos”, manifiesta una vecina en una improvisada reunión que se llevó adelante durante la mañana del miércoles en uno de los domicilios, y en la que RESUMEN estuvo presente.
Los vecinos acumulan varias denuncias y tienen datos tan finos sobre los autores de los hechos que hasta sorprende. Comentan a diario los distintos hechos que suceden (cuatro o 5 aproximadamente por semana), mencionan a los jóvenes por sus nombres y apodos, conocen además la frecuencia con que entran y salen de la cárcel y detallan de qué manera se mueven los lunes y martes, días que tomaron como óptimos “para trabajar”: “Los fines de semana casi no salen, ponen música a todo volumen y hay riñas. En una oportunidad, hasta disparos hubo y nadie fue detenido”, comenta otro, y agrega: “Una mujer es la que dirige a varios, es la que hace inteligencia; además el consumo de estupefacientes es moneda corriente y hasta los niños chiquitos participan”.
Reuniones
“Estamos desesperados, solo se hacen reuniones aisladas, donde se tiran la pelota entre la Policía y el municipio; y aún no logramos hacer una en la que estén todos, incluyendo la Justicia que es quien toma las decisiones finales”, aseveró otro vecino. Lo cierto es que, a raíz de la publicación de este medio, se reunieron el viernes con uno de los fiscales y pudieron expresar sus preocupaciones. Actualmente están al aguardo de las decisiones que se puedan tomar al respecto.
En Face
Quienes llevan adelante estos hechos (alrededor de 10 jóvenes que viven sobre Barbeito y en inmediaciones a esa calle) comentan, publican y hasta exhiben cosas robadas en las redes sociales.
A cara descubierta, y casi con total impunidad, hacen apología del consumo de estupefacientes y del delito con frases como: “A descansar que mañana salimos a laburar” horas antes de que se produzca un hecho.
Los últimos robos se produjeron en un taller de la zona (dos tablets, DVD, parlantes, una guitarra eéctrica, etc), $8500 a un repartidor de agua, una cartera en un arrebato en esa calle, y varios elementos de una vivienda del barrio. “Publican en facebook cuándo van a robar y vemos con asombro cómo guardan las cosas robadas, parece que nadie lo ve, excepto nosotros”, aseguran.
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