Sociedad

Profesionales de Alta Gracia regresan al monte chaqueño con asistencia

“Todos por todos, un brote de luz”, reúne a un grupo de profesionales tanto de Alta Gracia como de otras localidades, y se encarga -desde octubre de 2013- de viajar con un equipo médico asistencial y llevar donaciones al monte chaqueño (zona rural de Taco Pozo); una tarea que continúa sumando voluntades y crece año a año.

El viaje está programado para el 7 de diciembre con retorno el domingo 10 al mediodía. Desde hace varios días, los voluntarios, entre los que se encuentran médicos, odontólogos, una piscóloga y farmacéuticos, han recolectado gran cantidad de donaciones, por lo que necesitan de medios de movilidad para acercarlos hasta el Chaco. “Es un llamado a la solidaridad, para quien tenga una camioneta o camión y pueda ir con nosotros para allá”, relata Viviana Izaguirre, una de las fundadoras del grupo voluntario; y agrega: “Atendemos gratis a la gente que vive en el sur de lo que sería el impenetrable chaqueño, la zona rural de Taco Pozo, que está en el límite entre Santiago del Estero y Salta. Hacemos controles médicos, sobre todo a los adultos, a la tercera edad. Hay niños desnutridos, pacientes con tuberculosis, y todas las enfermedades que uno pueda imaginar.  Les dejamos el tratamiento para 6 meses o un año, de acuerdo a la patología. Además instruimos agentes sanitarios que viven en el monte, cada vez que se va se hace docencia con los distintos agentes y se refuerzan las medidas básicas de salud. Muchos de esos lugares donde vamos son albergues de niños, los niños viven ahí todo el año, con un docente”, agrega la profesional que destaca cada vez que puede de qué manera se incrementa la necesidad de asistir a quienes viven de una manera básica y rudimentaria, careciendo hasta de lo mínimo.

La desnutrición, lo más fuerte

La organización surgió casi por causalidad. En el año 2013 Viviana fue con su familia a Brasil a la Jornada Mundial de la Juventud donde asistió el Papa Francisco. “En ese mar de gente de todas partes del mundo vi una religiosa que tenía el hábito color gris como el que usan las hermanas de la Misericordia, y le dije a mi marido…debe ser de Alta Gracia; me acerqué le pregunté y así era. Luego de hablar con ella me dijo que estaba trabajando en el Chaco. Volvimos a Alta Gracia bastante revolucionados internamente y dije: algo tenemos que hacer”, subrayó la profesional, y agregó: “Al tiempo llamé a la religiosa y le pregunté que necesitaba y obviamente me dio una lista grande de necesidades”, afirmó la mujer que pocos meses después, junto a distintos profesionales y voluntarios realizó el primer viaje.

“Cuando vimos las necesidades que exceden a cualquier gobierno y son realmente históricas; nos planteamos hacer algo más organizado y volver al año siguiente”, agrega Viviana, y confirma que uno de las patologías más graves es la desnutrición que se une a la falta de agua potable, energía eléctrica y el hacinamiento.

Por otra parte cuenta que diferentes empresas y organizaciones donan año a año algunos de los elementos que llevan a ese lugar.

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