Recientemente, la Fiscalía II de la ciudad a cargo del dr Alejandro Peralta Ottonello, envió a juicio la causa que tiene a un sujeto de 35 años oriundo de Bº Yapeyú, de Córdoba capital, detenido e imputado de «Privación ilegítima calificada de la libertad continuada», «Lesiones leves calificadas», «Amenazas continuadas», «Desobediencia a la orden judicial reiterada» y «Abuso sexual simple calificado y continuado» y «Promoción a la corrupción de menores». Hechos que ocurrieron en 2019 y 2020 en Córdoba capital y Villa Parque Santa Ana.
Entre los primeros delitos que se le imputan está el haber tenido encerrada a su pareja en el domicilio de su madre en la ciudad de Córdoba, tras haberla golpeado salvajemente e intentado ahorcarla con el cable del teléfono -hecho que sucedió en abril de 2019. La mujer, oriunda de Villa Parque Santa Ana, permaneció varios días en esa casa ya que el sujeto no la dejaba regresar a la suya y la controlaba hasta cuando iba al baño. Según consta en las declaraciones.
El hombre, habitualmente convivía con su víctima y las dos hijas menores de ésta en Villa Parque Santa Ana pero visitaban con frecuencia a la familia de éste en Córdoba capital, donde solían ocurrir los hechos de violencia. El segundo de los siete que fueron denunciados, ocurrió cuando la pareja salía de un bar en la zona del Parque Sarmiento. Comenzaron a discutir y el hombre la golpeó, la llevó hasta su auto e intentó ahorcarla con el cinturón de seguridad. Luego la llevó hasta la casa de un hermano en donde continuó violentándola, le propinó culatazos con un arma de fuego y hasta le clavó un cuchillo tramontina en una de sus manos, lo que le produjo lesiones leves a la mujer.
Pero los casos continuaron e incluso en otra oportunidad el hombre la hirió con un destornillador. La mujer, en un claro contexto de sometimiento, seguía manteniendo la relación con el sujeto mientras la situación cada día se tornaba más grave.
La denuncia llegó cuando la madre de la víctima presenció un acto de violencia grave del hombre para con su hija y ambas decidieron reportarlo. A pesar de las medidas de restricción que a partir de allí se impusieron, con el tiempo la mujer decidió darle otra oportunidad a su agresor, permitiéndole que regresara a la casa nuevamente.
En octubre de 2019 y en un contexto en el que la violencia no había cesado, quien se animó a hablar fue la nena de 10 años de la víctima. La niña le enseñó un teléfono celular a su abuela en el cual se veían videos pornograficos y según sus dichos, se lo había dado su padrastro diciéndole que «era una secreto entre los dos» y que «no se lo dijera a nadie». Ese mismo dia la niña confesó que en varias oportunidades, el hombre la había besado en la boca y le pedia que no lo contara. Con esta información, la abuela radicó la denuncia y el sujeto fue detenido.
El dia de la detención el hombre amenazó de muerte a toda su familia y hasta a los uniformados. Incluso, hasta se autolesionó dentro del movil policial. Desde entonces, está detenido en la carcel de Bouwer.