Ni bien cesó la feria judicial, el fiscal Alejandro Peralta Ottonello dispuso la prisión preventiva, algo que no es más que una formalidad, para quien en el año 2017 habría abusado sexualmente de una menor de edad. Con el agravante, de que se trataba de su propia hermana de 12 años.
El hecho ocurrió en la localidad vecina de Villa Parque Santa Ana y fue la madre de ambos quien radicó la denuncia. A partir de allí, y con el testimonio de la menor, el fiscal ordenó la detención del acusado, sin embargo, este ya se había dado a la fuga. “Se fue de su domicilio cuando tenía conocimiento que iba a ser denunciado”, había confirmado Ottonello a RESUMEN, cuando se suscitó el hecho.
El siguiente paso fue ordenar el pedido de captura por “abuso sexual agravado por el vínculo”. “Tuvimos varias pistas que nos llevaban a él pero cuando llegábamos ya no estaba” aseguraron desde la Justicia. Sin embargo, se le puso fin a esa evasión catorce meses después, el 21 de diciembre de 2018 para ser más exactos, cuando lo encontraron en Tartagal, Provincia de Salta, desde donde fue detenido, extraditado a esta ciudad y, trasladado a la cárcel de Bouwer a los pocos días.
“Continúa la investigación con pericias psicológicas, informes sociales, cotejos, etcétera. La causa aún tiene varias diligencias probatorias, así que aún resta sumar mas elementos”, confirmó a RESUMEN Peralta Ottonello luego de confirmar la prisión preventiva del hombre. Lo que no significa que “la justicia tiene suficientes elementos probatorios para disponer que el hombre permanezca detenido hasta tanto se resuelva su situación procesal en un juicio oral”. Tantos, que ahora también se lo imputó por “corrupción calificada”.
Imágen de la extradición (21 de diciembre)
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