Los manifestantes reclaman la remediación de los 14 millones de basura que están acumulados actualmente.
También critican al ISEA (Instituto Superior de Estudios Ambientales) organismo dependiente de la UNC, por no consultar con los vecinos ni tampoco realizar ningún estudio sobre la salud.
«Vamos a luchar hasta las últimas consecuencias, pero no vamos a permitir un nuevo basural», manifestó a Diario Resumen la vecina Isabel Pires.
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