Este viernes se presentará en el Cine Monumental Sierras, la payasa heredera del apellido Fijo, presentando canciones de su autoría en una obra para toda la familia, donde grandes y niños disfrutan del show. En un mano a mano con RESUMEN, nos comenta sobre su pasado con Piñón Fijo, su papá; sobre la decisión de emprender vuelo sola y la mirada sobre la niñez, siendo mamá de una pequeña niña.
¿Cómo va a ser el espectáculo en el Cine Monumental Sierras?
Estoy muy ansiosa por presentar el espectáculo: no conozco el Cine Monumental remodelado, hemos visitado Alta Gracia, pero bajo el ala de papá Piñón. Esta vez para mí va a ser un desafío ir sola y a semejante espacio, me dijeron que es impresionante. Me costó mucho animarme a volar sola, con mis propias canciones, quería hacerlo lo mejor posible y cuidando el gran legado que deja mi padre.
¿Cómo equilibras la vida de mamá y de artista?
Cuando tomé la decisión de animarme a volar sola, lo hice porque soy mamá, ya no podía continuar con el ritmo de Piñón. El nacimiento de Luna fue un mensaje de la vida que decía «éste es el momento», de bajarme del tren de Piñón y armar lo mío. Mi hija me marca el ritmo, ella es la primera en escuchar las canciones. Vamos creciendo juntas.
¿Cómo se lo tomó Piñón al hecho que decidas volar sola?
Siempre nos alentó a escribir solos. En su momento me apoyó, pero creo que en el fondo nunca se lo esperó. Yo le presenté la primera canción ya lista en el auto, se quedó callado y después lloró de emoción.
¿Nos podrías adelantar algo de tu nuevo disco?
Mi primer disco se llamó «Yo puedo volar». El segundo tenemos planeado que salga en noviembre. El primer disco habla de los miedos sola, y ahora ya estoy más segura de mí misma… y te doy un adelanto grandísimo para mí: se va a llamar «Soy Solcito», ya empoderada.
¿Cómo ves a los chicos de hoy, con los avances de tecnología?
Ahora lo veo como rol de madre. Hay muchísimo estímulo y sobreinformación tecnológicos. Creo que desde mi rol como mamá, trato de ser lo más responsable posible en su uso. No puedo negar la existencia de la tecnología en nuestras vidas, pero le muestro a mi hija las otras opciones: bicicleta, cuentos, títeres; rescatar las opciones de mi infancia. Me gustaría que el uso de la tecnología fuera responsable.
¿Ves la continuidad en el público, la generación de Piñón, que ya tienen entre 20 y 35 años, con sus hijos en Solcito?
Yo creo que, al margen que hay una construcción de un nuevo lugar mío, hay un producto familiar que me dio la posibilidad de ensayar toda esta veta artística junto a Piñón. Hay muchos que continúan con la familia Fijo.
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