El foco ígneo comenzó en la cocina de la morada, cuando el septuagenario se encontraba cocinando, a las doce del mediodía, en la localidad vecina de Despeñaderos.
El daminificado observó salir llamas de la garrafa e intentó cerrar la llave, no pudiendo lograrlo. Es entonces cuando se hizo presente su hijo de 48 años, quien ingresó a la vivienda para sacar a su padre.
Como consecuencia, sufrió quemaduras en un 40 por ciento de su cuerpo, principalmente en el rostro y las manos. Ambos fueron trasladados al hospital local para su asistencia médica.
Extinguieron las llamas los bomberos de Despeñaderos, quienes constataron daños materiales en distintos sectores de la casa.
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