El 11 de febrero se celebra en la Iglesia Católica universal el día de la Virgen de Lourdes, en conmemoración de la primera aparición de la Madre de Dios a la joven francesa Bernadette Soubirous en 1858, en la cual María se presentó como «la Inmaculada Concepción». Posteriormente siguió manifestándose durante 18 encuentros más.
La patrona de los enfermos
Nuestra Señora de Lourdes tiene una tradición arraigada de milagros atribuidos a su intercesión de sanaciones de problemas de salud y en favor de personas desahuciadas, por lo que es la patrona de los enfermos.
En las sucesivas apariciones a Bernardita, la Virgen le pidió penitencia, oración por los pecadores y rezó el rosario con ella además de expresarle su deseo de que en la gruta se erigiera una capilla, donde actualmente se encuentra el famoso Santuario de Lourdes.
Santa Bernardette continúa inspirando a los católicos de hoy
Para materializar el año jubilar y demostrar que el ejemplo de fe de esta joven aún sigue vigente y continúa inspirando a los católicos de hoy, se colocarán anuncios con sus frases más emblemáticas en varios lugares céntricos de Lourdes.
Además, el rector ha programado eventos para difundir las virtudes de la vidente.
En primer lugar, se lanzó el lema de 2019 “Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios”.
Luego se anunció mejoras en el camino (hoy de peregrinación) que recorrió Santa Bernardita en su niñez, cuando vivió por un tiempo en el pueblo de Bartrès, cerca de Lourdes. La pequeña había sido albergada temporalmente en la casa de Madame Lagües, donde ayudaba con trabajos en la granja, especialmente cuidando las ovejas, mientras su madre se recuperaba de un accidente.
En Alta Gracia un día la Virgen se manifestó
Fue un hecho que estremeció a nivel mundial. Un 11 de septiembre de 2011, se difundieron imágenes que mostraban algo que nadie parecía entender. En la capilla, se había retirado la imagen de la Virgen, ya que se estaban realizando trabajos de restauración que formaban parte de las ideas de nuevos sacerdotes. Lo que pasó fue lo siguiente: increíblemente “la Virgen ya no estaba pero todos la veían”.
No se trataba de una estampa plana, sino con relieve y bastante iluminada. Fueron los devotos quienes la vieron y cuando se viralizó miles de personas quisieron llegar hasta el Santuario para ver si no se trataba de una ”ilusión psicológica” producto de la gran fe. Sin embargo, todo el mundo pudo verla, era algo concreto, real.
Si bien los curas del lugar no quisieron hablar al respecto, hubo varios argumentos científicos para explicar el hecho de manera racional, la misma Iglesia envió dos comunicados a días de lo sucedido indicando que no era posible dar una explicación al fenómeno. Los creyentes sostienen que “La Virgen se manifestó” y que se trató de “un mensaje para que se profundice la fe cristiana”.
Al ciencia cierta, al día de hoy nadie puede explicar racionalmente este hecho peculiar. Lo cierto es que indudablemente la fe se ha profundizado ya que cada fin de semana Alta Gracia recibe un importante flujo de turismo religioso y la calle Butori se transforma en un verdadero “paseo” de fe.
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